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Tallar sonrisas. El arte de envejecer

Hace más de tres años que el viejo José Luis Sampedro se nos fue. El que proclamara, no el derecho a la vida, sino el deber de vivirla, aquél a quien no le importaba tanto para qué vivir sino para quién, murió aprendiendo a vivir (pero satisfecho por haberlo intentado). Sampedro se fue quizá con una sonrisa de gozo en los labios, la que quedó grabada para la eternidad en el famoso sarcófago etrusco:

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Otro viejo entrañable quedó extasiado precisamente ante esta sonrisa petrificada del sarcófago de los esposos de la Villa Giulia. Se trata del que salió de la pluma de Sampedro y es el protagonista de  La Sonrisa Etrusca, un hombre solo y enfermo que se ve trasladado por su hijo a una ciudad y casa ajena, y que sin embargo logrará ir rehaciendo su vida, entre otras cosas, por amor a su recién conocido nieto. Hemos releído esta gran novela y queremos compartir algunas reflexiones sobre el envejecimiento. Nos permitiremos tornar la ficción en realidad por cuanto describe situaciones, personas y afectos conocidos. Así la experiencia del viejo Bruno puede servirnos como paradigma que ilustra muchos de los principios que desde nuestra asociación defendemos y pretendemos divulgar:

Destruyendo estereotipos. Construyendo una vejez saludable

Sonrisa EtruscaFrente al estereotipo de vejez como inutilidad, los torpes dedos del anciano cobran vida cuando la actividad realizada es significativa para su vida, cuando quiere vestir al nietecito: «¡Qué sorpresa la suya al verle abrochar el vestidito sin dificultad! Nadie sospecha cuánto ejercicio le ha costado por las noches. Sí, aun son capaces de aprender sus dedos; aún no se le han oxidado las coyunturas…» Siempre se puede aprender, siempre pueden surgir nuevas capacidades. El secreto (muchas veces lo olvidan las intervenciones institucionalizantes) es que tengan sentido para la persona.

Frente al estereotipo de vejez como retiro de la vida («retirement», llaman en inglés a la jubilación), el viejo revive cuando comprende que puede seguir aportando a los demás. Como decía Viktor Frankl, quizá no es tan importante qué espero de la vida, sino qué espera la vida de mí… Así por su nieto deja de fumar, y se arregla, y ahorra, y vive… Por su nuevo amigo el estudiante, sube al árbol y le enseña a podar. Le enseña porque sabe, eso estaba ahí en su cabeza, no está retirado… «Al viejo le reconforta ser útil». ¿Y a quién no?

Frente al estereotipo del hombre maduro completado, el viejo sigue en proceso de desarrollo, asume nuevos intereses, roles y emociones. Se transforma (¿se descubre?) como alguien nuevo, más… ¿femenino? En este sentido, un asunto recurrente en el libro es la confusión por una reconsideración de roles que hace incluso tambalear su propia hombría. Su nuera tiene una carrera triunfante, mejor que la de su marido que, por otra parte, ¡se dedica a bañar a un bebé!… Se descubre, él tan hombre y mujeriego, sus propias «manos femeninas» cuidando de su nieto. «Es tan bonito achuchar ese cuerpecito contra uno (…) Me crece dentro algo blando, tierno, ya ves… Antes me reía de eso: ¡cosas de mujeres!…» Y cuando cuida de la Hortensia… «¡Qué hombre eres!». Y él se espanta: «¿Cómo? ¿Eso es ser hombre?» «¿Acaso sus actuales tareas, haciendo tanto de niñero con botoncitos y pañales, pueden transformar a un hombre?»

Frente al estereotipo de la persona mayor como mero objeto de cuidados, el viejo demuestra que puede ser sujeto cuidador. Y gracias al amor (que no tiene edad) descubre el placer de cuidar al otro, como cuando lo hace con su querida Hortensia: «¿Por qué no lo habré hecho más, esto de cuidar así?… Y ¿cómo iba a saberlo yo, si nadie me lo enseñó, si me crié a puñetazos contra todo?»

Frente al estereotipo del lugar propio para la tercera edad, el viejo señala lo obvio: el lugar adecuado para cualquier persona (también la mayor) es aquél que favorece su autonomía y dignidad, y aquel donde una misma quiere estar. En el «club de animación para la tercera edad» se supone que pueden elegir sus actividades, tienen buenas instalaciones, etc… Pero es la nuera quien le ha llevado a esa autodenominada «Casa de la Alegría» y él no ríe. Tampoco es el lugar, es la gente: «¿Y todos son así? (…) Así de…, de viejos y eso». ¿Quién decidió [por él] que esas personas le son afines?

Frente a la atención centrada en el puro servicio sanitario, la atención centrada en la persona que ofrece ese médico que comprende al viejo, que le da tiempo y confianza, que atiende compartiendo recuerdos y experiencias. Quizá lo hace porque adolece de la misma enfermedad que él, o porque sencillamente muestra humanidad.

Nuestras cosas. Nuestro hogar.

La sonrisa etrusca. Con Héctor Alterio y Julieta Serrano

Mi manta, mi vida. Y puedo compartirla

A lo largo de las páginas del libro se muestran las múltiples incomprensiones debidas a una mala comunicación. Los hijos «son todos iguales, viven su vida. Bueno, también yo la viví de joven». Hay celos hacia la nuera, falta de empatía. El hijo en general tampoco le comprende, el viejo se lo calla todo… El entorno físico no ayuda: no es su casa, es la de su nuera. Las barreras psicológicas se construyen asimismo con una relación directiva por parte de los que con cariño (eso sí) creen querer ayudarle prohibiéndole aquéllo que sin embargo a él le llevan a su lugar de origen, a su mundo. En la casa falta libertad y empatía. Y sin embargo, fuera de ella, donde el viejo se siente verdaderamente libre, donde alguien le escucha (y él por tanto puede a su vez escuchar), y sobre todo entre iguales (Hortensia), la comunicación fluye, y se descubre (también se escucha a sí mismo), y siente, y da.

De la misma forma el viejo conserva, aunque sea a escondidas, sus cosas, las que permanecen: la manta, el queso… Esas cosas son su hogar. Un hogar que no es estático; así, la bufanda vieja la sustituye por una nueva (retiene la vieja, vacila… cuesta asumir el riesgo), sí, porque es regalo de la Hortensia, su nuevo proyecto, su amor…

La oportunidad

Frente un habitual desprecio por la memoria de las personas mayores (a menudo asumido por ellas  mismas como chocheo), el viejo del libro muestra la alegría del que tiene un tesoro con potencial para ser compartido. No siempre, claro. Sólo cuando tiene la oportunidad. Así, es verdaderamente emocionante el capítulo en que las circunstancias facilitan al viejo que pueda hacer él la cena a su hijo… «Renato observa con más atención la cara de su padre: un fauno con sonrisa de gozador. ¿Qué le ocurre? ¡Cuánta vida en los ojillos rodeados de arrugas!» Las siguientes líneas son una verdadera comunión con el hijo, memoria compartida, diálogo sobre el anticipo de la muerte, un abrazo amoroso… A nuestro juicio sólo hay una explicación para un momento tan intenso, para tanta vida en el viejo: él mismo eligió y cocinó las migas, las suyas, las que le gustaban tanto a su hijo, y ha tenido la oportunidad de compartirlas con él. Lo demás viene por añadidura, es el resultado creativo de la participación.

La doble sonrisa

amigas miran hacia adelanteLa Sonrisa Etrusca es un libro sobre el amor en sentido amplio, sobre la necesidad pero también la obligación (recién descubierta por Bruno) de darse al «Otro». Mirando a otras personas el viejo se descubre y revive. Y sonríe.

Como en la pieza de terracota, la sonrisa sólo se justifica por el amor. La sonrisa necesita ser plural. La sonrisa compartida, como en la escultura etrusca, sea en pareja, o con amistades, mira además hacia adelante.

Aquí el «Manual de Senior Cohousing». ¡Gracias!

Hoy lunes 13 de julio, a las 18,00h finaliza la campaña de crowdfunding (financiación colectiva) de uno de nuestros proyectos colaborativos en que hemos destinado mcuho esfuerzo e ilusión en los últimos tiempos: la traducción y edición en español del libro más influyente sobre este modelo residencial (y estilo de vida en comunidad):  el Manual de Senior Cohousing de Charles Durrett. Este arquitecto americano fue quien recogió la experiencia danesa y logró reformular los principios y plasmar el método que garantiza el éxito de un concepto que bautizó como «cohousing». Desde entonces, con uno u otro nombre, se han constituido cientos de comunidades  en todo el mundo. Traducir el libro al español, en palabras de su autor, era «una deuda pendiente».

Gracias, especialmente a entidades como Fundación Pilares, Matia Fundazioa, Sostre Cívic, Serpentina Senior, Living Cohousing, Cohousing Verde, Lledó, AV Creation…, y otras más de sesenta personas u organizaciones,  el proyecto sí saldrá a la luz en septiembre. La traducción y maquetación está siendo realizada por voluntarios de Jubilares, y la edición corre a cargo de Dykinson.

Agradecemos el esfuerzo a todas las personas que habéis participado en ello (¡y las que lo haréis, que aún estáis a tiempo!). Nos iremos poniendo en contacto con vosotras para haceros entrega de las recompensas: libros, marcapáginas, workshop con Charles Durrett…

Aquí el proyecto: vkm.is/manualseniorcohousing

Manual Senior Cohousing - Jubilares

¡Estamos trabajando ya la maquetación de las 400 páginas del libro!

La presentación del libro se realizará el 24 de septiembre en la sede del CEAPAT, de IMSERSO. En una completa jornada sobre Senior Cohousing que contará con la presencia del mismo Charles Durrett, podremos conocer cómo los principios de la Autonomía personal y la Participación se emplean de forma efectiva para la generación de alternativas residenciales como el “cohousing” para personas mayores y otros colectivos vulnerables, coherente con el paradigma de Atención Integral y Centrada en la Persona. La jornada servirá para  presentar, frente a un enfoque de modelo arquitectónico residencial, una visión del cohousing como proyecto integral que genera un estilo de vida autónomo y de inclusión en la comunidad, a partir de un inusual trabajo de participación directa de las personas implicadas en todo momento.

Seguiremos informando de esto y mucho más.

¡Feliz verano!

POSTSUBURBIA: o cómo mejorar nuestros suburbios residenciales

Adosados«Estos territorios han sido planeados sin tener en cuenta la complejidad de la vida cotidiana, por lo que surgen serias dificultades para realizar las tareas de cada día. No se trata solamente de un modelo insostenible en términos medioambientales y energéticos sino también para las personas, en sus tiempos y el derecho a desarrollar sus propias vidas».

postsuburbiaCon estos términos tan duros se expresan los autores de un fabuloso librito, «POSTSUBURBIA«, que pretende analizar y proponer mejoras sobre un cierto tipo de ciudad, ese que puebla nuestros extrarradios, que ellos llaman «urbanizaciones residenciales monofuncionales de baja densidad», o dicho en términos que todos comprendamos, las urbanizaciones de viviendas unifamiliares que no albergan ningún otro uso.

Este modelo urbano es una desfiguración de las «ciudades jardín» del XIX: ¡Qué gran diferencia entre aquella primera ciudad jardín de Lechtworth, en forma de cooperativa conformada por 32 apartamentos sin cocina, y nuestras hileras de adosados entre calles desiertas! Copiamos características formales  (vivienda unifamiliar repetida) y olvidamos lo esencial: «urbe entendida como espacio de política y de la sociedad, habitada por personas distintas…»

En los primeros capítulos del libro se recuerda cómo el modelo de suburbio norteamericano fue adoptado para las familias de clase media como respuesta a un crecimiento muy rápido de las ciudades, y respondía además un determinado modo de vida en el que la mujer desempeña un papel fundamental (o casi exclusivo) dentro del hogar: la «feliz ama de casa», la «mamá-taxi» que «debe realizar el transporte familiar en detrimento de su propio tiempo y trabajo».

La crítica a este modelo comenzó hace ya medio siglo. Sin embargo hemos seguido adoptando, «como negocio inmobiliario y de consumo» (no como modelo ideal de organización territorial y urbana), estas estructuras suburbiales en muchos casos faltas de vida. Salvo admirables excepciones, hoy suponen, y por ello lo traemos aquí a colación, lugares para la exclusión social, barrios cuya concepción y diseño hacen que las personas mayores (y  muchas otras) tengan muy dificil relacionarse. ¿Qué ocurre por ejemplo cuando una persona pierde la capacidad de conducir?… Hoy muchas de esas casas familiares son habitadas por una persona o pareja de personas mayores cuya tarea principal del día es alejarse de su casa para acudir a la más pequeña «vivienda familiar» de los hijos  (situada hoy en el centro de la ciudad) para recoger  y cuidar a sus nietos… ¡Qué contrasentido!

Los suburbios creados para las personas se convirtieron poco a poco en territorios para los coches, y ahora queremos volver a los orígenes. De nuevo aspiramos a vivir cerca de nuestro trabajo, tener actividades urbanas de cultura, educación, ocio… No queremos desperdiciar nuestro tiempo. Volvemos a comprar el pan a diario en panaderías y no en el hipermercado. ¡Queremos vivir en nuestra casa hasta el final! nos dicen muchas personas a menudo, pero los entornos en los que se asientan esas casas muchas veces nos aislan, no invitan al paseo ni a quedarse a charlar con el vecino en la calle…

La zonificación de la ciudad planteada por la Carta de Atenas de 1942 partía de un planteamiento reduccionista de las necesidades de la sociedad dentro de la ciudad: «habitar, circular, trabajar y recrearse». En los 80, sin embargo, Manfred Max-Neef define nueve necesidades para el desarrollo humano, «las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos»: «la subsistencia, la protección, el afecto, el entendimiento, la participación, el ocio, la creación, la identidad y la libertad». Los autores de Postsuburbia beben de estas fuentes, miran hacia la vida cotidiana y plantean en una segunda parte del libro una metodología para el análisis de estas áreas residenciales, basada por cierto (como no puede ser de otra manera) en la participación social de los propios implicados.

Ejemplo Postsuburbia

Finalmente el grueso del libro plantea cinco líneas estratégicas con decenas de actuaciones para lograr los siguientes objetivos:

1.- Fortalecer las áreas de proximidad: conectando la urbanización con su entorno, mejorando la red cotidiana, potenciando recorridos útiles y accesibles…
2.- Favorecer la mezcla física y social: aumentando la densidad, permitiendo otros usos más allá del residencial, reactivando la vida urbana…
3.- Garantizar la vida con autonomía: priorizando la movilidad peatonal, adecuando el transporte público y otros medios, mejorando la percepción de seguridad…
4.- Fortalecer el sentido de pertenencia y comunidad: mejorando la calidad del paisaje, fomentando ámbitos de participación y organización comunitaria, identificando y recuperando las características culturales del lugar…
5.- Promover un equilibrio medioambiental y una vida sana: preservando y promoviendo la biodiversidad autóctona, reduciendo el impacto energético y físico generado, promoviendo vida sana…

Volveremos a comentar sobre las actuaciones propuestas, merece la pena profundizar en ellas. Muchas implican a las administraciones, otras a organizaciones sociales, otras pueden partir de los propios vecinos a título individual. El manual establece prioridades y niveles de dificultad. En todo caso existen métodos, herramientas e intereses diversos como para que con voluntad de mejorar la ciudad sean posibles los acuerdos para simplemente hacerlo. No se trata de un compendio de ideas utópicas. Establecer redes de apoyo a personas que viven solas, promover el intercambio de viviendas, crear viviendas dotacionales y promover viviendas cooperativas y cohousing (como los jubilares), compartir espacios entre distintos equipamientos, favorecer la cesión pública de espacio privado, adaptar plantas bajas para actividad comercial, ceder temporalmente suelo para equipamientos o usos comunitarios… son solo alguna de las más de 160 actuaciones que se proponen en el libro. Nuestra asociación participa en el esfuerzo por transformar la realidad física y social con el objetivo de «mejorar la autonomía, la seguridad y la igualdad de oportunidades», y se postula como un agente más que favorezca o posibilite esas actuaciones. Enhorabuena al equipo de Postsuburbia por el trabajo.

¿Aprender a respirar sin aire?

The Pale King, David Foster Wallace

«Un tipo con claustrofobia se va poniendo más y más grave hasta que tiene tanta claustrofobia que se pone a chillar y a montar un escándalo, así que lo agarran y lo llevan a un manicomio, y en el manicomio le ponen una camisa de fuerza y lo aíslan en un un cuartucho diminuto con un desagüe en el suelo, un cuarto del tamaño de un armario que salta a la vista que tiene que ser lo peor del mundo para un claustrofóbico, pero ellos le explican a través de una rendija de la puerta que son las reglas y procedimientos, que cada vez que alguien grita lo tienen que aislar. Y entonces sí que el tipo está jodido, está claro que va a pasar la vida ahí dentro porque mientras grite y se intente noquear a sí mismo contra las paredes lo van a dejar en ese cuartucho diminuto, y mientras esté en el cuartucho va a gritar, porque el problema es precisamente que es claustrofóbico. El tipo es el ejemplo viviente de que hay casos en que las reglas y procedimientos tienen que dejar cierto margen de maniobra, porque si no, de vez en cuando se va a producir alguna cagada ridícula y alguien va a vivir un auténtico infierno.

Aprendí que el mundo de los hombres tal como existe hoy en día es una burocracia. Se trata de una verdad obvia, por supuesto, aunque también es una verdad que causa enorme sufrimiento a quienes no la conocen.

Pero lo que es mas importante, descubrí  – de la única manera en que un hombre aprende  realmente las cosas importantes – el verdadero talento que se requiere para triunfar en una burocracia. Me refiero a triunfar de verdad: a que te vaya bien, a marcar la diferencia, a servir. Descubrí la clave. La clave no es la eficiencia, ni la probidad, ni la reflexión ni la sabiduría. No es la astucia política, el don de gentes, el cociente intelectual puro y duro, la lealtad, la amplitud de miras ni ninguna de esas cualidades que el mundo burocrático llama virtudes y que buscan en sus tests. La clave es cierta capacidad que subyace a todas esas cualidades, más o menos  igual que la capacidad de respirar o de bombear aire subyace a todos los pensamientos y acciones.

La clave burocrática subyacente es la capacidad para soportar el aburrimiento. Para operar con eficiencia en un entorno que descarta todo lo que es vital y humano. Para respirar, por así decirlo, sin aire.

La clave es la capacidad, ya sea innata o condicionada, para encontrar el otro lado del trabajo de a pie, de lo nimio, de lo que no tiene sentido, de lo repetitivo  de lo absurdamente complejo. Para ser, en pocas palabras, inmune al aburrimiento.»

De David Foster Wallace en “El rey pálido” (citado en el blog El Traje del Emperador)

¿Por qué soportar el aburrimiento, lo nimio, lo que no tiene sentido, lo repetitivo y absurdamente complejo? ¿Por qué conformarse con un entorno que nos ahoga? Encontramos entornos que descartan «todo lo que es vital y humano» en instituciones geriátricas, en las políticas, en la comunidad de vecinos, en la comunidad educativa… La imagen que describe Foster Wallace es aplicable a los múltiples entornos en los que vivimos. Nos toca adaptarnos o transformar. La primera opción es individual, la segunda exige un esfuerzo colectivo.

¿Aprender a respirar sin aire?

Creemos con verdadera convicción que será mejor abrir las ventanas.

Nuevo documento sobre «La Atención Integral y Centrada en la Persona»

Portada de La Atención Integral y Centrada en la Persona, de Pilar Rodríguez RodríguezActualmente se habla mucho de la atención centrada en la persona y también de la atención integral como modo de enfocar la intervención y organizar los servicios cuando se atiende a personas que requieren apoyos y cuidados de larga duración. Sin embargo, existe bastante confusionismo conceptual al aludir a estas cuestiones y no siempre la aplicación de estos modelos resulta acorde a su filosofía (salvaguardar la dignidad, los derechos y la autonomía de las personas que precisan apoyos desde los sistemas de atención y desde la intervención profesional).

Se trata del modelo de atención que proponemos para los jubilares, dando un paso más allá en la forma de entender el senior cohousing de otros países.

En la publicación «La Atención Integral y Centrada en la Persona» que acaba de editar la Fundación Pilares para la Autonomía Personal, se intentan clarificar esos conceptos y se ofrecen orientaciones basadas en evidencia científica, así como ejemplos derivados de la experiencia empírica sobre cómo avanzar en el desarrollo de este modelo de atención.

Porque tener una discapacidad o una situación de dependencia no debe ser un obstáculo para que las personas puedan seguir desarrollando sus propios proyectos de vida y vivir con bienestar y dignidad. Por ello, desde los recursos sociales y sanitarios (ya sea mediante la atención en el domicilio, en el entorno comunitario o en centros residenciales) debe y puede favorecerse que estos enfoques se apliquen de manera efectiva en la práctica cotidiana.

Se trata de una obra que puede resultar de utilidad para Administraciones Públicas, proveedores de servicios, profesionales del sector de la discapacidad y la gerontología, organizaciones y asociaciones, medios de comunicación y sociedad en general.

Se puede descargar íntegramente aquí: La Atención Integral y Centrada en la Persona

A propósito del libro de Will Schwalbe “El club de lectura del final de tu vida”

“¿Qué estás leyendo? Ésa es la pregunta que le plantea Will Schwalbe a su madre, Mary Ann, mientras están sentados en la sala de espera del centro de atención a pacientes de cáncer del hospital Memorial Sloan-Kettering. En 2007, Mary Ann regresó de un viaje de ayuda humanitaria a Pakistán y Afganistán aquejada de lo que los médicos creyeron que era una clase de hepatitis muy poco común. Meses después le diagnosticaron un cáncer de páncreas en estado avanzado.”

Ésta es la sugerente invitación que la contraportada de este libro nos hace para iniciar su lectura. Y el resultado es interesante.

A lo largo de sus páginas se rozan muchos temas (no se pretende profundidad): los libros, la enfermedad, la familia, el trabajo, las relaciones sociales, la espiritualidad, la cooperación,… De forma honesta y excesivamente correcta describe bien, desde su punto de vista, como eran, y como se alteran las relaciones humanas durante el proceso de la enfermedad terminal de su madre. Y como fondo nos permite intuir ciertos mecanismos de funcionamiento y valores que definen la sociedad estadounidense.

Desde este blog nos interesa, más que la apreciación literaria, indicar (y este libro lo ilustra muy bien) la importancia de saber que existen protocolos y fórmulas para afrontar y sobrellevar, tanto por parte del enfermo como de los familiares y allegados, la enfermedades largas y las terminales. Qué, a quién, cómo y cuándo debo preguntar, qué podemos esperar y qué nos puede reconfortar en estas situaciones. Cuando éstas nos sobrevienen no olvidar que no somos los primeros ni somos los únicos. Que las experiencias y vivencias de otros nos pueden ayudar y hasta reconfortar. Y que incluso si hemos tenido la suerte de no padecer la situación, podemos comprender y ponernos en el lugar de los que la están padeciendo.

El club de lectura del final de tu vida” es un fundamentalmente un libro de amor filial, conmovedor y que nos recuerda como la muerte define la vida. Y que el diagnóstico una enfermedad terminal puede ser el inicio de una magnífica despedida.

el club de lectura del final de tu vida

     Will Schwalbe

     “El club de lectura del final de tu vida”

     RBA Narrativas.

     384pág. 19€

Libro: Innovaciones en residencias para dependientes

Innovaciones en residenciasInnovaciones en residencias para personas en situación de dependencia. Diseño arquitectónico y modelo de atención

Editado conjuntamente entre la Fundación Caser para la Dependencia y la Fundación Pilares para la Autonomía Personal

La pasada semana tuvimos el placer de asistir a la presentación de  esta publicación en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (Universidad Politécnica), que recoge textos de reconocidos expertos del ámbito internacional en relación con el diseño arquitectónico y los ambientes que producen bienestar a las personas que requieren apoyos. Se trata de arquitectos, investigadores y especialistas en políticas de atención y vivienda de Estados Unidos, Países Escandinavos, Inglaterra, Alemania y Francia, que presentan los modelos de alojamientos que se están proponiendo como idóneos en sus respectivos países. Asimismo, en la publicación se contienen experiencias muy innovadoras que se están produciendo en España relacionadas con el cambio de modelo para lograr una atención integral y centrada en la persona.

Se trata de un documento más que demuestra lo mucho que hay por hacer en el mundo de la arquitectura y la gerontología, en el sentido de posibilitar entornos donde los espacios y  las relaciones humanas logren la autonomía que precisa cualquier ser humano, incluso, sí,  los más dependientes. Seguiremos comentando sobre su contenido.

Se puede descargar el libro completo aquí: Innovaciones en residencias

PRIMERA PARTE.- AVANCES EN DISEÑO ARQUITECTÓNICO Y MODELOS DE ATENCIÓN EN EUROPA Y EE.UU.
– La relación entre el diseño arquitectónico y el bienestar subjetivo.
– El juego de las generaciones: una nueva era de la vivienda para personas mayores.
– Innovaciones en residencias para personas en situación de dependencia: el caso alemán.
– El modelo nórdico: evoluciones en el cuidado y el espacio para las situaciones de dependencia en la vejez en Suecia, con cierta relevancia para Dinamarca y Noruega.
– Valor del entorno físico y de las relaciones humanas para vivir bien en una residencia, a pesar del Alzheimer.
– Cambios en las nursing-homes estadounidenses para garantizar la dignidad de la persona.
– Consideraciones críticas para el diseño de viviendas asistidas para personas mayores con fragilidad física o cognitiva.
SEGUNDA PARTE.- INNOVACIONES Y TENDENCIAS DE FUTURO EN EL MODELO DE ATENCIÓN A PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA EN ESPAÑA.
INICIATIVAS DESDE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
– El Proyecto Etxean Ondo, promovido por el Gobierno Vasco.
– Tendencias de futuro en la atención residencial de personas mayores de la C.A. de Castilla y León.
– Alojamientos para personas con discapacidad en Álava.
INICIATIVAS Y APORTACIONES DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS
– Planificación centrada en la persona (PCP) en residencias de personas mayores. La experiencia de Caser Residencial.
– Avances en diseño y modelo de atención centrada en la persona. La Residencia de San Camilo (Madrid).
– Humanizar el cuidado a los mayores en centros residenciales.
INICIATIVAS PROMOVIDAS POR LAS PROPIAS PERSONAS DESTINATARIAS
– Modelos de apoyo para una vida independiente. Una propuesta desde las personas con discapacidad.
– Residencial Santa Clara de Málaga. Una iniciativa de las personas mayores.
LA VOZ DE LAS PERSONAS MAYORES
– La opinión y los deseos de las personas mayores.
– La residencia en la que nos gustaría vivir.
APÉNDICE
– Coste efectividad, economías de escala y tamaño de los centros residenciales para personas mayores y con discapacidad.