1 DE OCTUBRE DE 2023, DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS MAYORES: HACIA NUEVOS MODELOS DE VIVIENDA Y CONVIVENCIA

Jubilares se suma un año más a la celebración del Día Internacional de las Personas Mayores, una jornada para visibilizar las oportunidades de transformación social que nos brinda la conquista de una vida más larga y comprometida con modelos comunitarios más inclusivos.

La Asociación Jubilares celebra el Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra cada 1 de octubre desde 1991, como una ocasión para reflexionar públicamente sobre los espacios —los entornos tanto físicos como sociales, políticos, culturales, éticos, estéticos, económicos, etc.— que ocupamos las personas a medida que envejecemos, especialmente cuando atravesamos situaciones de vulnerabilidad y necesidad de apoyos. Se trata, nos parece, de una reflexión necesaria para acometer las transformaciones que hagan realidad la inclusión de las personas mayores.

Tras más de una década de actividad, siguen plenamente vigentes tanto el fin de la Asociación —mejorar la salud de la sociedad mediante la inclusión de las personas mayores—, como sus principales herramientas de intervención social: el impulso del cohousing o viviendas colaborativas para toda la vida y el desarrollo de ciudades y pueblos amigables con las personas mayores.

Ambas líneas de trabajo tienen el objetivo de generar alternativas que hagan posible que las personas mayores permanezcan en su domicilio y en su comunidad, recibiendo los apoyos que vamos necesitando en cada momento vital, que pueden provenir tanto de la propia comunidad (familia, cohousing, vecindario, barrio, pueblo) como de entidades públicas y privadas.

Más allá del impacto directo en las cooperativas de cohousing y las ciudades y municipios a los que acompañamos —en el proceso de creación de su comunidad, en el primer caso, y de planificación de sus políticas y servicios públicos en el segundo—, la actividad de Jubilares aspira a contribuir al cambio cultural de gran calado en el que estamos embarcados. En este cambio cultural interactúan fenómenos tan diversos como la longevidad, el cambio de paradigma de los cuidados, los nuevos modelos de relaciones sociales y de reparto de roles impulsados por los movimientos feministas, la creciente desigualdad social entre territorios, personas y generaciones o la falta de reconocimiento de unos derechos sociales que garanticen, con partidas presupuestarias adecuadas, que las personas que precisen apoyos puedan recibirlos en su entorno, por citar algunos.

Las comunidades intencionales de cohousing y las ciudades y pueblos amigables con las personas mayores son nuestra contribución más tangible a este cambio cultural tan complejo como necesario. Además de ser experiencias valiosas en sí mismas, por su impacto positivo en personas y comunidades concretas, también constituyen un referente social y político que en Jubilares queremos poner en valor en este 1 de octubre. Ambas iniciativas tienen su reflejo en el proyecto Comunidades de Cuidados,  liderado por Jubilares con UDP y Andecha, que está apoyando la creación de estrategias de cocuidado y apoyo mutuo en siete cooperativas de cohousing y, paralelamente, trabaja en seis pueblos acompañando y fortaleciendo el tejido social y los recursos disponibles en cada localidad para identificar sus necesidades y codiseñar servicios de cuidados que permitan a las personas mayores de entornos rurales seguir viviendo en su municipio y en su casa hasta el final, si es posible.

La apuesta de Jubilares por el cohousing o vivienda colaborativa para toda la vida

El cohousing o vivienda colaborativa en cesión de uso es un ejemplo del dinamismo de la iniciativa ciudadana que busca, por un lado, alternativas de vivienda más sostenibles y al margen de la especulación inmobiliaria y formas de convivir más alineadas con la necesidad de generar vínculos sociales significativos. Son un auténtico laboratorio social en el que, de forma participativa y autogestionada, un colectivo de personas asume la decisión de crear su propia comunidad en todos y cada uno de los aspectos: desde las normas de convivencia hasta el diseño arquitectónico.

Tanto en el caso de los cohousing sénior como el de aquellos que son intergeneracionales, Jubilares apuesta por un modelo “para toda la vida”, que contemple la planificación de los cuidados, anticipando distintos escenarios que incluyen situaciones de dependencia. Esta planificación conlleva un trabajo personal y grupal para prever de qué forma se pueden activar mecanismos dentro de la propia comunidad y qué servicios de carácter profesional serían necesarios. Todo ello se analiza desde múltiples puntos de vista (filosófico, ético, legal, económico…). Esta apuesta de Jubilares por el cohousing para toda la vida parte de la hipótesis de que envejecer en el seno de una comunidad intencional —una familia extendida— puede retrasar o incluso evitar la aparición de la dependencia y, en caso de que esta aparezca, proporcionar cuidados domiciliarios que mejoren la calidad de vida.

La planificación de los cuidados a lo largo de la vida es un acto pionero en sí mismo y un ejemplo de cómo los grupos organizados de personas pueden poner en marcha modelos de vivienda y convivencia centrados en la persona, algo que además, en el caso de los grupos sénior, destierra los estereotipos y la propia etiqueta limitante de lo que son o lo que pueden o no pueden hacer “las personas mayores”. Los hallazgos, aciertos y errores de las cooperativas de cohousing en su largo proceso de constitución, las situaciones y necesidades que detectan, las soluciones que proponen y las que ponen en marcha, el acto mismo de organizar su convivencia teniendo en cuenta las situaciones de vulnerabilidad que pueden darse en cualquier momento de la vida, incluidas las derivadas del propio proceso de envejecimiento, constituyen un ejemplo de cómo afrontar algunos de los retos enunciados al comienzo de este artículo.

Además, al incluir en la planificación los servicios públicos disponibles, de este trabajo de análisis y prospección del modelo de cohousing que impulsa la Asociación Jubilares se pueden extraer orientaciones de política pública que contribuyan a modernizar los servicios sociales y clarificar su papel en un modelo de cuidados de larga duración en la comunidad que mejore la calidad de vida y prevenga la institucionalización.

Ciudades y pueblos amigables con las personas mayores

La implicación de Jubilares con la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores impulsada por la Organización Mundial de la Salud —que en España lidera el IMSERSO— es otra línea de trabajo en la que la Asociación despliega su labor social, con ejemplos recientes en ciudades como Fuenlabrada y Guadalajara. El trabajo con el complejo ecosistema de un municipio (Gobierno local en su dimensión política y técnica, tejido asociativo, vecinal y empresarial, etc.) nos demuestra una y otra vez la necesidad de repensar nuestras ciudades y pueblos para crear espacios públicos accesibles, generadores de relaciones sociales que reflejen la diversidad de su población, que habiliten espacios de encuentro intergeneracional, que faciliten un envejecimiento activo y saludable y permitan a las personas mayores continuar participando en la sociedad de manera plena y activa.

El ámbito local puede ser también un laboratorio social con un enorme potencial para investigar e innovar en el camino a un nuevo modelo de cuidados de larga duración basados en la comunidad. La filosofía de trabajo de Jubilares en este caso prioriza la participación, en particular de las personas mayores, reconociendo su papel protagonista tanto en la investigación para detectar necesidades como en el codiseño de políticas públicas. A pesar de las dificultades que entrañan la dispersión de competencias en distintos niveles de Gobierno y la desigualdad entre territorios, constatamos una y otra vez que la cercanía de la Administración con la ciudadanía puede activar mecanismos de empoderamiento y participación ciudadana que redunden en una mayor inclusión y en un modelo de ciudad o de pueblo en el que nadie se quede atrás, con políticas sociales, urbanísticas, sanitarias, etc. más audaces, coordinadas y coherentes con las necesidades de la población.
Así, Jubilares se adhiere al llamamiento de Naciones Unidas este 1 de octubre de 2023 para que los gobiernos integren “mejor en su trabajo un enfoque de los derechos humanos a lo largo de la vida de las personas” y de esta forma “cumplir las promesas” en relación con las personas mayores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que este año celebra 75 aniversario.

Objetivos del Día Internacional de las Personas de Edad para 2023 (Naciones Unidas)

  • Incrementar el conocimiento global y concienciar sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y generar compromisos entre todas las partes interesadas para potenciar la protección de los derechos humanos de las generaciones actuales y futuras de personas mayores en todo el mundo.
  • Compartir y aprender de los distintos modelos intergeneracionales para la protección de los derechos humanos en todo el mundo.
  • Pedir a los gobiernos y a las entidades de la ONU que revisen sus prácticas actuales con el fin de integrar mejor en su trabajo un enfoque de los derechos humanos a lo largo de la vida de las personas. Además, deben garantizar la participación activa y significativa de todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil, las instituciones nacionales de derechos humanos y las propias personas mayores, en el trabajo sobre el fortalecimiento de la solidaridad entre generaciones y las asociaciones intergeneracionales.

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