Comunidades de cuidados: el principio del Cohousing

¿Por qué las nuevas comunidades de Cohousing generan tanto impacto actualmente? Pero ¿por qué hay tan pocas? Miguel Ángel Mira es Arquitecto, socio fundador del estudio Milla, Mira y Navarro, y también es fundador y actual presidente de la Asociación Jubilares.

Miguel Ángel nos habla de las comunidades colaborativas o de cuidados como forma de vida, que nacen con el compromiso inicial de cuidar las relaciones y la comunicación entre las personas. Son lugares donde se juntan personas para dar, espacios basados en un principio de confianza, grupos de personas que han decidido responsabilizarse de su propio proyecto vital, que quieren decidir por sí mismas, junto a otras que pueden tomarle de la mano. Si ese espacio diseñado sobre los afectos incluye la participación en el diseño de dicho entorno capacitante, estamos hablando de cohousing. Por todo ello, también comprendemos que son «comunidades de cuidados«.

Las charlas TED pretenden hacer accesible todos los conocimientos más profundos o difíciles al mayor público posible.como una iniciativa de medios global dedicada a ‘ideas que vale la pena difundir’, que parte de una nueva era de difusión de información utilizando el poder del video en línea. Las charlas son gratuitas y han sido traducidas a más de 100 idiomas con la ayuda de voluntarios de todo el mundo. La audiencia ha crecido a aproximadamente mil millones de visitas por año. La iniciativa TEDx facilita licencias gratuitas a los organizadores locales que deseen organizar sus propios eventos similares a TED. En este caso, el evento, organizado por Ana Cabrera, se llama TEDxSoria porque la comunidad a la que se dirige es Soria y todos los participantes están vinculados de una u otra manera a este territorio. Recomendamos ver y aprender de las otras charlas que formaron parte del evento de 14 de octubre. Se pueden encontrar aquí: https://tedxsoria.com.

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Guadalajara busca la participación de las Personas Mayores

El Ayuntamiento de Guadalajara ha comenzado el proceso para desarrollar el II Plan de Acción Guadalajara Amigable con las personas mayores, un plan que tiene como objetivo contribuir a la creación de entornos que promuevan y faciliten el envejecimiento activo y saludable en la ciudad.

En el desarrollo del I Plan de Acción la ciudad alcarreña ya contó con el apoyo técnico de Jubilares y en esta ocasión el consistorio ha vuelto a contar con la asociación, que dinamizará los procesos participativos de cara al diagnóstico y futuro plan de acción.

Para llevar a cabo estos procesos es indispensable la participación activa de las personas mayores para que sus necesidades, opiniones y propuestas no solo sean escuchadas, sino tenidas en cuenta. Para ello se desarrollarán varias reuniones de grupos, 3 el día 25 de octubre (dos en turno de mañana y una en turno de tarde) y 2 el 26 de octubre en horario matutino en el Centro Municipal Integrado Eduardo Guitian. Y uno más el 2 de noviembre en el Centro Social Cifuentes. Las personas interesadas en participar en estos grupos tienen que confirmar su asistencia a través del correo electrónico mayores@aytoguadalajara.es o en el teléfono 949 010 383 en horario de 9:00 a 14:00.

Jubilares participa en Costa Rica en el I Congreso Nacional de Ciudades y Comunidades amigables con las personas mayores

El Centro Nacional de Convenciones de Costa Rica, junto a la capital, San José, es el lugar elegido para que se desarrolle el I Congreso Nacional de Ciudades y Comunidades amigables con las Personas Mayores, durante los días 19 y 20 de octubre de 2022, organizado por el Ministerio de Salud de Costa Rica, el Instituro de Fomento y Asesoría Municipal, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Fundación Yamuni Tabush, la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias y la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional.

El objetivo principal del Congreso es facilitar el intercambio de experiencias y el desarrollo de acciones asertivas en las ciudades y comunidades amigables con las Personas Mayores de Costa Rica, un concepto que la Organización Mundial de la Salud promueve, y que en España está liderado a través del Imserso

Para ello, dentro del elenco de exposiciones que se van a desarrollar, han contado con la presencia de Javier del Monte, coordinador de proyectos de Jubilares que hablará de la ‘Vivienda colaborativa como estrategia promotora del envejecimiento saludable’, en la que podrá hablar de Senior Cohousing, del proyecto Comunidades de Cuidados o de los diferentes apoyos técnicos que la Asociación lleva a cabo con diferentes ayuntamientos dentro del marco de Ciudades Amigables con las personas mayores.

Entre los paneles que van a poder escuchar las personas que participan en el Congreso, podemos destacar la presentación de la Guía de Buenas Prácticas regionales ‘Vamos a lograrlo’ que traen Marcela Bustamante y Valentina Pardo desde Colombia o, también desde España, la presentación que va a llevar a cabo el alcalde de Coslada, Ángel Viveros, que hablará sobre ‘Implementación de Ciudades Amigables con las Personas Mayores en Coslada’, donde Jubilares también participó en la asistencia técnica para el desarrollo del Diagnóstico y Plan de Acción de la ciudad. La ciudad madrileña está muy relacionada con Costa Rica pues también lleva adelante el Proyecto ‘Ciudades que Cuidan: Tibás y Coslada’ un proyecto de aprendizaje conjunto, alianza a favor de las gobernanzas participativas centradas en la inclusión social, entre el Ayuntamiento de Coslada y la Municipalidad de Tibás (Costa Rica). Se trata de un programa cofinanciado por la Unión Europea en el que también participa Jubilares como parte del Grupo Cooperativo Tangente.

Una experiencia internacional para poder llevar a cada vez más personas alternativas para el desarrollo de su vida según sus deseos y necesidades, con el apoyo de la comunidad que cuida.

Se presenta en España el mapeo de iniciativas de viviendas colaborativas en Europa

En el marco de las Jornadas de Viviendas Colaborativas que se celebraron en Valladolid, el 22 de septiembre, organizadas por VIVA, AVS y el Ayto. de Valladolid, pudimos conocer uno de los proyectos más novedosos alrededor de este tema en Europa.
Se trata del proyecto Co-Lab Research, de la Universidad de Utrecht, un mapeo de iniciativas que Sara Brysch, investigadora del proyecto, presentó a todos los asistentes.

La influencia de este proyecto es que propone, basándose en las experiencias existentes, la definición de vivienda colaborativa y su clasificación general. Es decir, los proyectos de vivienda colaborativa existentes -aun con nombres distintos-, tienen rasgos comunes suficientes como para hablar de un modelo alternativo de vivienda, o un modo de vida. Más de 1.800 proyectos en Europa, que suponen casi 30.000 alojamientos (entre Países Bajos, Dinamarca, R.Unido y Suecia), no deja de ser un porcentaje minoritario de vivienda, pero llama la atención el fuerte impacto social (positivo) que está generando y su creciente demanda.

Además, el proyecto de la universidad de los países bajos también recoge las diferencias entre los proyectos, a otros niveles más instrumentales

Mapa de los paises que participan en el proyecto. En tono oscuro, los países que han aportado datos de experiencias concretas

La vivienda colaborativa la definen los procesos, no la arquitectura

Sara Brysch nos confirmó que el término “vivienda colaborativa” hace referencia a proyectos “de abajo a arriba”, que tienen cinco características comunes en toda Europa:

  • Intencionalidad de los residentes, de llevar a cabo una comunidad colaborativa
  • Visión común de los residentes
  • Toma de decisiones colectiva
    • y una vez que viven juntos
  • Usos y actividades compartidas
  • Alto nivel de participación de los usuarios en la vida cotidiana

A su vez también distinguió dos grandes grupos en los que dividir los diferentes proyectos de viviendas colaborativas:

  • Viviendas con orientación prioritaria a la vida en comunidad, como son el Cohousing, el Senior Cohousing, las Ecoaldeas o los pisos compartidos
  • Viviendas con orientación preferente a la auto provisión colectiva de vivienda asequible. Cumplen con la definición (iniciativa y diseño de los residentes), pero luego tienen menos vida en comunidad que el anterior tipo.

Entendemos por tanto que ambas líneas necesitan de sistemas horizontales de toma de decisión, basados en el cuidado de las relaciones comunitarias, y por ello, de herramientas específicas de aprendizaje y desarrollo personal y comunitario.

Sin embargo, la sub-clasificación que hace el Co-Lab de la línea 2 (orientación preferente a la auto provisión de vivienda asequible), incluye algún ejemplo que diluye en exceso la esencia participativa indicada en la definición general.

Diferentes sistemas de tenencia mutual

Quedó también patente en la exposición de Sara Brysch que existen muchos sistemas de tenencia distinta, pero predomina lo que, en la siguiente ponencia, llamó Pilar Alguacil “Sistemas Mutuales” (cooperativas, asociaciones, y en ocasiones fundaciones), pues son los más coherentes con la intencionalidad comunitaria y colaborativa.

Pilar Alguacil, catedrática de Derecho Financiero y Tributario por la Universidad de Valencia, coincidió en que no puede definirse la vivienda colaborativa sin la co-gestión de sus usuarios. También nos recordó que lo que más afecta al modelo en España es un cierto vacío regulatorio que deviene en dificultades para acceder a financiación, falta de seguridad fiscal, e incluso dificultad de acceso a suelo. No obstante, remarcó Alguacil, pese a la falta de marco regulatorio específico, en España ya se están llevando a cabo varias iniciativas.

El papel de las administraciones públicas

Maite Arrondo, Coordinadora del Grupo Relaciones Europeas e Internacionales de AVS, nos presentó una nueva iniciativa, el Proyecto Europeo de Red de Ciudades por la Vivienda Colaborativa, dirigido a las entidades públicas municipales a cargo de políticas de vivienda pública, destinado a intercambiar experiencias y conocimiento en las líneas de apoyo a estas iniciativas, respetando su definición e idiosincrasia y ayudando a despejar obstáculos en su camino.

Experiencias concretas; Bilbao, Barcelona, Rivas y Valladolid

José María Escolástico, Subdirector General del OAL Viviendas Municipales de Bilbao, nos ilustró cómo este organismo público y autónomo, con más de 100 años de historia, siempre ha mantenido un consenso en esta materia, y por eso hoy Bilbao es la ciudad de España con más viviendas protegidas por habitante, gestionando un parque de más de 4.000, de muy distinto tipo.

Mesa redonda sobre la experiencia en otras ciudades. Foto: @avs_gestores

La clave para ellos es conocer bien cuales son las necesidades y los tipos de demandantes de vivienda a precio asequible, para ofrecer distintos productos, actualizados, en las proporciones adecuadas a dicha demanda. De este modo, han puesto en marcha un proyecto piloto de viviendas en alquiler en las que dotan al edificio de algunas zonas comunes que invitan a una mayor relación entre los vecinos.

Artur Fornés, Abogado asesor del programa de cooperativas de vivienda del Ayutamiento de Barcelona, nos contó la experiencia de la Ciudad Condal, más avanzada en el modelo colaborativo, donde ya se han finalizado tres edificios de vivienda colaborativa (es decir, de alto protagonismo de los usuarios en el proceso) y nos mostró fotografías del edificio de La Balma. La presencia activa en Barcelona, desde 2004, de la Cooperativa Sostre Civic, es un hecho relevante para entender los procesos impulsados por el consistorio.

Miguel Ángel Mira, presidente de Jubilares, explicó cómo desde el comienzo del proyecto Cohabita Rivas, La EMV de Rivas Vaciamadrid estuvo de acuerdo en idear un procedimiento que respetara las claves participativas del proceso, apostando por el modelo de creación de comunidad de cuidados para el envejecimiento (Senior Cohousing) y explicó las claves o innovaciones jurídicas implementadas para poder llevar a cabo el proceso sobre dichas premisas. Para ello, firmó un convenio con la Unión de Asociaciones Cohabita Rivas, creada ad hoc por las asociaciones Microurbanía, la Asociación de Ingenieros Senior Caminos y la Asociación Jubilares.

Se estableció para ello una metodología en fases, que facilitara la participación de las comunidades en todo el proceso. En la actualidad, tres asociaciones -Cosmos de Rivas, La Corrala y Taray- siguen desarrollando los trabajos de formación de la comunidad (Taller 1), posteriormente acometerán el diseño del edificio (Taller 2) y finalmente el diseño de las estrategias de cuidados mutuos (Taller 3).

Loreto de la Fuente, Gerente de la Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo de Valladolid (VIVA), nos explicó que VIVA desea apostar por el modelo de vivienda colaborativa mediante alquiler, e irán desarrollando su encaje próximamente.

En el debate posterior, en cuanto a la forma de acceder a suelo público, quedó patente que los modelos de cesión de derechos de superficie son más complejos jurídicamente que los de alquiler, pero que estos últimos no son accesibles a muchos municipios que no cuentan con fondos para construir los edificios sobre su suelo.

En otros países de Europa la figura de Community Land Trust (CLT) está resultando ser una alternativa de tenencia para asegurar la continuidad en el tiempo de los proyectos colaborativos públicos. Esta figura es distinta que el derecho de superficie, pues asegura la propiedad del suelo y su uso a perpetuidad (no con el límite temporal del derecho de superficie) y permite generar una inversión conjunta e incluso emitir títulos o participaciones, de tal forma que se ofrezca a una multiplicidad de inversores la posibilidad de invertir en un proyecto social, con rentabilidades ajustadas pero muy seguras, gracias a la idiosincrasia de los proyectos colaborativos: personas que responsable y voluntariamente se juntan para sacar adelante un proyecto de vida compartido y sostenible.

La Universidad del País Vasco ofrece un curso de verano sobre arquitecturas para el envejecimiento

Aunque sabemos que el edificio no es definitivo para la creación de una comunidad, sí que es importante, puesto que permite tanto la intimidad como los espacios comunes donde generar esa vida compartida que supone el vivir en un cohousing. Por ello la Universidad del País Vasco, dentro de su oferta de cursos de verano propone un curso llamado Arquitecturas para el envejecimiento en el que contarán, como uno de sus ponentes, con Miguel Ángel Mira, presidente de la asociación Jubilares, como arquitecto y experto en vivienda colaborativa.

El curso, que está dirigido principalmente a estudiantes universitarios del ramo o profesionales de la arquitectura, ya sean arquitectos o aparejadores que estén interesados en arquitectura en consonancia con los cambios demográficos que se están produciendo en todo el mundo occidental.

Debido a su presencia como ponente en dicho curso Miguel Ángel Mira respondió a una serie de preguntas que se han plasmado en este artículo del que destacamos esta respuesta sobre cómo se crea el germen de una comunidad y cómo el cuidado de esta se convierte en clave para el buen futuro del cohousing:

“Las comunidades comienzan con un grupo pequeño de personas, que cuentan con vínculos emocionales que las unen, y que van madurando la idea lentamente. Este grupo motor es el embrión del proyecto, y en un determinado momento llegan a la conclusión de que necesitan crecer y “organizarse” para llevar a cabo su idea. Es en este momento donde comienza el proceso de aprendizaje y formación de la comunidad más amplia, que se lleva a cabo en 3 grandes fases: creación de comunidad, diseño del edificio y formalización de compromisos de cuidados. Esta parte del proceso puede llevarles entre 2 y 3 años. Esta etapa tiene mucha carga emocional y de trabajo, y es una fase crítica para el éxito o el fracaso. Pero es necesario darse tiempo para poder ver si el proyecto encaja con nuestros deseos y necesidades. Veremos si estábamos buscando más una comunidad o unos apartamentos con servicios o un hotel geriátrico… Si nos interesa más contratar servicios profesionales o vivir en comunidad, o quedarnos en casa…”

Para obtener más información sobre el curso puedes acceder a través de este enlace.

Avances en el Jubilar Villa Rosita

Es una alegría poder ver cómo las cooperativas van avanzando en sus procesos y poder acompañarles en su camino. El Jubilar Villa Rosita, quienes son, como cooperativa, socios de esta asociación nos han compartido sus novedades, que son importantes para su apuesta por una vida completa y con sentido, a través de una carta que reproducimos a continuación.

Si deseas obtener más información sobre el Jubilar Villa Rosita, te invitamos a ponerte en contacto a través de su página web www.villarosita.es

Los Socios de Villa Rosita disfrutan de un concierto en su parcela

Un cordial saludo del Jubilar Villa Rosita

Nuestro momento actual es muy especial, porque vamos a empezar a construir nuestro hogar en un lugar maravilloso como es la finca de Villa Rosita, en la Colonia de Torrelodones junto a la estación de cercanías. Nuestro proyecto de viviendas colaborativas se compone de veintinueve unidades residenciales y unos edificios de uso común que albergan espacios como un comedor, sala de estar, habitaciones para invitados, aula polivalente, lavandería, etc. Nuestro planteamiento es llevar una vida tranquila, saludable y sostenible tanto en lo medioambiental como en lo social, con el objeto de disfrutar de un envejecimiento activo y solidario. 

Los hitos más importantes y esperados son la concesión de la licencia de obra por parte del ayuntamiento de Torrelodones en julio de este año y la firma de un contrato multiparte, con MMN arquitectos, la constructora ACR, Morar Arquitectura y Zerocity que nos gestiona este modelo y las soluciones del ciclo de vida del proyecto. En el proceso previo a la firma del contrato también hemos trabajado colaborativamente con la Asociación Jubilares

Se trata de uno de los primeros contratos de este tipo que se firman en España, en el que los distintos intervinientes en el proyecto comparten riesgos, responsabilidades y beneficios.

Vamos a construir con un sistema industrializado de paneles prefabricados, permitiendo reducir de forma significativa la huella de carbono y acortando el plazo de ejecución. Partimos de un compromiso de reducción del uso de los recursos naturales como el agua, y los aljibes, los pozos y el molino de viento que hay en la finca, serán conservados con el mayor cuidado. Del mismo modo, los edificios se van a construir con un nivel máximo de eficiencia energética, disponiendo de energía fotovoltaica.

En fechas próximas vamos a participar dentro del proyecto de “Comunidades de cuidados” que promueve entre otros, la asociación Jubilares, en lo que llamamos el Taller 3. Nos permitirá reflexionar y diseñar una visión compartida de nuestra estrategia de apoyo mutuo y cuidados. Afianzando el marco de convivencia, los valores, la comunicación y gobernanza del grupo.

Nos encontramos en un momento importante de nuestro proyecto y en un escenario complicado por el incremento de precios, la inflación y la subida de los tipos de interés. A pesar de todo, seguimos adelante ilusionados y comprometidos. 

Si queréis saber algo más de nuestro proyecto, podéis encontrarnos en https://villarosita.es/.

Vista de la parcela donde pronto comenzarán las obras del Jubilar Villa Rosita

20 proyectos para transformar la intervención social en España

Jubilares, como entidad líder del proyecto Comunidades de Cuidados junto a la asociación Andecha y UDP, participó en el acto ‘Construyendo un nuevo País: los Fondos Europeos al servicio de la innovación social’. En él, se presentaron los 20 proyectos, entre los que se encuentra Comunidades de Cuidados. Por ello compartimos el artículo que han publicado en el blog del proyecto y que puedes leer originalmente aquí.


¿Cuántas veces sientes que has vivido un momento único? Esa fue la sensación con la que todo el equipo del proyecto salimos del COAM, donde se llevó a cabo el acto ‘Construyendo un nuevo país: los Fondos Europeos al servicio de la innovación social’. Organizado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el evento reunió a los 20 proyectos de innovación social, financiados por los fondos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro del marco de los fondos europeos Next Generation EU.

Sin duda es una alegría saberse parte de un profundo proceso de transformación del modelo de cuidados, que, como explicó en su discurso de clausura Ignacio Álvarez, Secretario de Estado de Derechos Sociales, conforma una bola de nieve que solo puede hacerse más y más grande y se hará imparable. Y estos cambios se llevarán a cabo en ámbitos tan dispares como es el cuidado de las personas mayores, en el que está incluido este proyecto, la atención a los niños y niñas, juventud, las personas con discapacidades o el sinhogarismo.

Cartel del acto organizado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030

Proyectos enfocados en las personas mayores

El proyecto Comunidades de Cuidados, fue presentado por Javier del Monte, coordinador del proyecto, en la mesa dedicada a las personas mayores, que fue moderada por Luis Alberto Barriga Martín, Director General del Imserso. 

Junto a nuestro proyecto de prevención de la institucionalización, pudimos compartir mesa con Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares, que presentó el proyecto AICP.COM, compartido con Fundación Lares, basado en el Modelo de Atención Integral Centrado en la Persona, que busca que todas las personas mayores puedan desarrollar su proyecto de vida incluso en situaciones de dependencia o discapacidad, con garantía del respeto de la dignidad inherente a la persona, de sus derechos de ciudadanía y del ejercicio de su autonomía personal, con independencia del lugar en el que vivan: o en la ciudad o el medio rural; en su domicilio o en una residencia.

La mesa sobre personas mayores con el coordinador de Comunidades de Cuidados

También participó José Augusto García, Presidente de la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría (SEGG), que junto a CEOMA llevan adelante el proyecto Vivir Mejor en Casa, dirigido a personas mayores vulnerables, en situación de fragilidad y dependencia y a sus personas cuidadoras no profesionales con el objetivo de retrasar la institucionalización, posibilitando que puedan vivir en su domicilio y entorno social y comunitario con los apoyos necesarios, e incluso se plantean que personas mayores puedan volver a vivir en sus comunidades, trabajando en un inédito proceso de verdadera desinstitucionalización.

Por parte de Matia Instituto estuvo Erkuden Aldaz, Co-Directora, que nos habló del proyecto Como en Casa. Esta es una iniciativa que pretende generar un itinerario de transformación de los centros residenciales hacia la Atención Centrada en la Persona. Partiendo de los aspectos que promueven el bienestar en las personas que viven en entornos residenciales.

Del mismo modo Carmen Cárdenas, Coordinadora del proyecto CRECE, de Cruz Roja, tomó la palabra para explicarnos las ideas principales del mismo. 

Por último, en esta misma mesa, Tamara Balboa, Presidenta de COCEDER, presentó el proyecto Biocuidados, inspirado en los cuidados que se desarrollan en un ambiente rural, fomentando la desinstitucionalizición de las personas mayores.

Más proyectos interesantes y una potente comunidad de aprendizaje

Dentro de la mesa sobre personas con discapacidad destacamos el proyecto Mi Casa: una vida en comunidad que lleva adelante Plena Inclusión, una iniciativa que trata de favorecer que personas con discapacidad intelectual puedan llevar adelante su proyecto de vida fuera de instituciones, en su propia casa, participando en su barrio o pueblo, junto al resto de personas que viven allí.

En la mesa dedicada a la infancia y juventud destacamos el Programa PIPII, que llevan adelante la fundación Pere Tarrés junto a las Plataformas Sociales Salesianas, que nace con el fin de contribuir a generar un cambio en el modelo de acompañamiento a la infancia y a sus familias desde un enfoque comunitario en el que están comprometidas todas las personas y entidades que forman parte.

En la última mesa, dedicada al sinhogarismo, la representante de Hogar sí, Maribel Ramos, presentó el proyecto que su organización lleva adelante junto a Provivienda e ilustra la máxima apuesta por la desinstitucionalización: se trata de conseguir que nadie viva en la calle, para ello ofrecen viviendas compartidas para personas en riesgo de exclusión social y así acabar con los albergues (la institución).

El Secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, en la clausura del acto.

Sin duda el día de ayer fue un hito para todas las personas y organizaciones del Tercer Sector (hasta 137 directamente implicadas en este paquete de subvenciones) que llevamos adelante proyectos sociales, porque sentimos que juntas, y en este caso con el apoyo de una importante administración, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, caminamos en la búsqueda de soluciones innovadoras basadas en los cuidados centrados en la persona y de base comunitaria, lo que dará como resultado la posibilidad de que todas las personas vivan vidas con sentido, siguiendo su proyecto de vida en aquellos entornos donde deseen y con quien quieran compartirla.

Puedes descargar el programa completo del acto

Las personas y sus cuidados. Un cambio que ya no puede esperar más

Por Mayte Sancho y 11 firmas más.

El 1 de abril del 2020, un grupo variado compuesto por profesionales, asociaciones de personas mayores y con diversidad funcional, usuarias y familiares relacionadas con el cuidado de larga duración  y expertos de distintos ámbitos, nos posicionamos con firmeza a través de la Declaración “Ante la crisis del COVID-19: la oportunidad de un mundo mejor”. Un manifiesto público en favor de un necesario cambio en el modelo de cuidados de larga duración en España que tuvo una amplia difusión y que recabó más del millar de firmas [Ver la adhesión de Jubilares].

En esos momentos, no podíamos imaginar las consecuencias que acarrearía esta nueva amenaza vírica para las personas más vulnerables, especialmente, para quienes vivían en residencias. Solo un dato: España figura en los primeros puestos del ranking europeo de fallecimientos durante la pandemia y todavía más arriba en los porcentajes de fallecidos en residencias de personas mayores.

En este escrito, reclamábamos la revisión urgente de nuestro modelo de cuidados de larga duración para así poder dar respuestas diversas, globales y ecosistémicas adaptadas a las necesidades y preferencias de las personas. Nuestra intención era no solo  evitar en el futuro situaciones semejantes a las vividas, sino también generar reflexión sobre el rumbo que debería orientar dicha transformación, situando en todo momento a las personas en el centro de la atención, protegiendo sus derechos y apoyando vidas que merezcan la pena ser vividas.

En los dos últimos años se ha ido generando abundante reflexión y propuestas documentadas desde todos los ámbitos concernidos en este complejo asunto: personas mayores y familiares afectados, profesionales procedentes de diversas disciplinas, asociaciones e instituciones diversas que se han posicionado en defensa de los derechos de las personas, víctimas de un sufrimiento injustificable y excesivo.

Las residencias se han situado en el foco de la atención porque, junto con el elevado número de fallecimientos y el sufrimiento experimentado, ha aflorado nuevamente ese rechazo histórico a estos recursos por buena parte de la ciudadanía. Lo cual no significa dejar de reconocer el inconmensurable esfuerzo y entrega de los miles de profesionales y de familias que han puesto en riesgo su salud y sus vidas por garantizar un cuidado digno a las personas que acompañan.

En este contexto de crisis, la acción de organismos internacionales como la OMS o la UE no se ha hecho esperar. En este último caso, la aspiración de favorecer esa transformación de los cuidados de larga duración ha venido acompañada de recomendaciones claras y explicitas por parte del órgano comunitario, así como de importantes dotaciones de fondos (Next Generation) destinadas a hacer posible un cambio de modelo que reclama un giro en un doble sentido.

  • Por un lado, un desarrollo decidido de los servicios domiciliarios, coordinados en el ámbito comunitario, integrando apoyos flexibles y diversos -además de los clásicos sociales y sanitarios- de modo que se pueda garantizar lo que las personas deseamos, que no es otra cosa que poder permanecer en nuestro entorno y en conexión social.
  • Por otro lado, afrontar un proceso de desinstitucionalización, el cual es exigido en el art. 19 de la Convención de derechos de las personas con discapacidad (ONU, 2007). Una propuesta que pretende transformar las actuales plazas residenciales en entornos domésticos, hogareños, modulados en grupos pequeños de personas en situación de dependencia grave y, cómo no, disponiendo progresivamente de más habitaciones individuales, elemento esencial para garantizar la intimidad de quienes allí viven.

Desde la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, se ha trabajado con un claro compromiso en esta línea, siguiendo las recomendaciones europeas y poniendo a disposición los deseados fondos económicos que contribuyan a afrontar este itinerario, complejo, largo, lleno de incertidumbres, pero claramente dirigido a mejorar el bienestar de las personas.

Pretender lograr un acuerdo nacional de criterios mínimos para la acreditación y calidad de los centros y de los servicios de atención a la dependencia, ha sido un planteamiento valiente y necesario. El proceso seguido en estos meses, de gran complejidad por la diversidad de miradas e intereses, ha contado con la participación de diferentes agentes y ámbitos y se ha caracterizado por la escucha.

El actual borrador de acuerdo, con sus luces y sus sombras, supone un salto cualitativo frente al modelo que todavía prevalece en el sector. Sin embargo, parece que hasta el momento no se ha conseguido el imprescindible consenso que permita avanzar desde realidades diferentes hacia un mismo propósito.

Esta situación actual de bloqueo nos preocupa enormemente y, de nuevo, desde nuestro compromiso profesional y ciudadano, queremos compartir nuestra alarma. Porque no llegar a un acuerdo implicaría renunciar a una oportunidad, quizás única, que la pandemia, visibilizando las carencias ya conocidas por muchos, nos ha posibilitado. 

Por esto, a través de este escrito queremos hacer una llamada a la reflexión, al compromiso con las personas y a la altura de miras. Necesitamos afrontar un proceso de transformación serio, honesto, sin interferencias ni intereses políticos ajenos a este asunto. Hay quienes consideran que las propuestas son insuficientes, pero hay que tener en cuenta que partimos de muy atrás, de un modelo sumamente insatisfactorio e inadecuado y de unas enormes dificultades para avanzar. En todo caso, lo que no es admisible admitir, como se ha escuchado en estos días por parte de algunas voces que, en realidad, el modelo actual no precise cambios.  ¿Nos hemos ya olvidado de las muertes y de las carencias visibilizadas? ¿Obviamos la evidencia científica existente sobre las limitaciones de los macrocentros para ofrecer un buen cuidado? ¿Estamos dispuestos a seguir ignorando el necesario avance en competencias profesionales y en su correspondiente remuneración y mejora de las condiciones de vida y trabajo? Y sobre todo ¿dónde queda la dignidad, el bienestar, la salud y la autonomía de los ciudadanos que viven en residencias?

No cabe aceptar incongruencias entre discursos declarativos sobre la necesidad del transformar el actual modelo de cuidados y decisiones posteriores orientadas desde otros intereses. Estamos ante un cambio que obviamente precisa de una financiación suficiente, pero sin olvidar que esta debe ir necesariamente ligada al control de la calidad dispensada, de la garantía de los derechos de las personas que necesitan cuidados, promoviendo el desarrollo profesional, el trabajo decente y permitiendo la real participación de las familias en los centros.

Exigimos, por tanto, que los responsables políticos promuevan y lideren este necesario cambio cultural, alcanzando los consensos imprescindibles para desarrollar un sistema de cuidados de larga duración equiparable al de nuestros homólogos europeos.

Es momento de compromiso real, de decisiones basadas en el conocimiento, de altura de miras y de poner, de verdad, a las personas en el centro de las prioridades políticas. Porque las personas lo merecemos. Porque el cuidado ha de ser entendido como un asunto social, ético. Y por tanto del máximo interés y responsabilidad política.

Firmantes: 

  • Mayte Sancho Castiello. Psicóloga gerontóloga.
  • Teresa Martínez Rodríguez. Dra. en Ciencias de la Salud, psicóloga gerontóloga. Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias.
  • Pura Díaz-Vega. Psicóloga gerontóloga.
  • Dolors Comas d´Argemir. Antropóloga. Catedrática emérita de la URV.
  • Adelina Comas Herrera. Economista. London School of economics.
  • Gerardo Amunarriz Pérez. Dr. en Economía.  Director General de Matía Fundazioa.
  • Fernando Fantova Azcoaga. Dr. en Sociología.  Consultor social.
  • Pilar Regato Pajares. Médica de Atención Primaria de Salud. Responsable del grupo de personas mayores de la SEMFYC.
  • María Izal Fernández de Troconiz. Dra. en Psicología. Catedrática. UAM.
  • Ignacio Montorio Cerrato. Dr. en Psicología. Catedrático. UAM.
  • Joseba Zalakain Hernández. Periodista. Director del SIIS.
  • Victoria Zunzunegui Pastor. Dra. en Epidemiología. Profesora honoraria de la U. Montreal.

Presentamos el Taller: «La base compartida de los proyectos de convivencia»

Si eres de esas personas que llevan un tiempo pensando que al hacerme mayor quiero vivir de otra manera, que has escuchado hablar de vivienda colaborativa, o de cohousing y quieres conocer más y mejor cómo va esto de compartir vida y cuidados junto a otras personas, pero sin perder tu autonomía; desde Jubilares te ofrecemos participar en el próximo taller «La base compartida de los proyectos de convivencia».

Este quiere ser un taller de iniciación en el que poder sentar los cimientos para futuros proyectos de cooperativas. Un momento en el que se ofrecerá una herramienta de trabajo que entendemos útil para, entre otros, generar una base de la comunicación interna de las comunidades, ayudar al diálogo de cara al diseño de todo tipo de acciones (documentos de visión, diseño del edificio…) o para tomar decisiones de forma consensuada. Al final del taller escribiremos, de forma conjunta, el documento «Alianza sobre valores».

De esta forma, podremos transitar un camino desde los sentimientos que nos convocan a valores comunes que nos afiancen en las futuras decisiones vitales. Y de estos valores compartidos podremos llegar hasta estrategias que nos den luz en las acciones a tomar.

El taller está dinamizado por Katrin Vanhecke y Miguel Ángel Mira, presidente de la asociación Jubilares y se llevará a cabo, de forma presencial, en la calle Santa Cruz de Marcenado, 9, 1º Dcha., Madrid, el próximo día 21 de junio, martes, de 16.00 a 20.00 horas.

El precio del taller será de 25 € para los socios y socias de Jubilares (si quieres asociarte puedes hacerlo a través de este formulario) y de 40 € para el resto de personas. Las plazas son limitadas y se atenderá por orden de inscripción. Para ello, rellena este otro formulario.

Si te interesa el taller, pero no podrás acercarte a Madrid, o crees que en tu ciudad puede haber gente interesada para que organicemos otro taller en algún lugar más cercano, rellena el formulario de inscripción indicando que no asistirás, pero que tienes interés y tu lugar de residencia en la pregunta de «otras necesidades».

Se ha presentado el catálogo «La vejez como experiencia humana»

El jueves 12 de mayo la Fundación Notariado presentó el catálogo de pinturas del Museo Nacional del Prado «La Vejez como experiencia humana», en la que Jubilares ha participado dentro de la sección Otras Miradas con el comentario, escrito por Javier del Monte, sobre el cuadro Visita a los enfermos o Sala de un hospital (1885) de José Alea Rodríguez.

Visita a los enfermos o Sala de un hospital (1885) José Alea Rodríguez

El catálogo trata de hacer una recorrido por diversas obras de arte relacionadas con la vejez, desde autoretratos de Tiziano, o cuadros de Goya o Velázquez en el que sus protagonistas son personas de avanzada edad. Todos los cuadros han sido comentados por las doctoras en Historia del Arte María Arriola Jiménez y María Rodríguez Velasco.

Una visita virtual

Aunque todos los cuadros pertenencen al Museo Nacional del Prado, no todas las obras están expuestas o son visibles en la afamada pinacoteca. Algunas se encuentran en sus almacenes o cedidas a otras instituciones donde se pueden ver. Por lo tanto, la Fundación Notariado ha creado una exposición virtual, la cual permite, a través de sus 3 salas, recorrer, junto con una audioguía, todos los cuadros del catálogo. Una oportunidad única para descubrir cómo el Arte ha mirado a la madurez humana y los cuidados.

A continuación compartimos el comentario que realizó Javier del Monte al cuadro de José Alea Rodríguez.

¿Qué hace que ese luminoso espacio, potencialmente confortable, me sugiera ese estado de triste melancolía? A veces la Arquitectura no es suficiente. No lo digo con frustración, pues soy arquitecto, sino con una clara conciencia de que el entorno físico es solo parte del conjunto de recursos que construyen “hogar” para habitar una vida con sentido.

La escena de este lugar, que percibo como asilo u hospicio, resulta extremadamente sensorial. Una suave tarima, el calor de la estufa, la luz de los amplios ventanales, el color de los textiles, los sólidos y cómodos sofás, las espesas alfombras… Nada suficiente como para ofrecer alegría a la escena cotidiana. Como si fueran aderezos equivocados en una receta insípida, respiro el ambiente que representa el lienzo, miro las siete cabezas levemente ladeadas… y oigo el silencio de la sala.

No obstante, la disposición y medida de tales ingredientes podrían haber logrado un menú más lleno de vida. Un ejemplo: en el interior de la habitación solo una señora mira de reojo a otra, quizá con envidia por la aburrida visita ajena. Ay, si se le hubiera invitado a participar del encuentro… ¿Por qué no girar los sofás hacia las personas?

Y en el exterior… la niña, que ni alcanza al alféizar, quizá esté mirando a la rama de un árbol donde descansa un mirlo. ¿Por qué la ventana es tan alta? ¿Por qué no girar los sofás hacia la calle?

Así fueron hasta hace poco muchas residencias de mayores: lugares llenos de cosas mal orientadas. Filas de sillones, espacios donde no se miraba a las personas de dentro, tampoco a las de fuera.

Pero decía que la Arquitectura no es suficiente. En las residencias que queremos, verdaderos hogares, sólo cabe realizar actividades significativas para las personas, para cada una de las personas. En esos nuevos lugares para la Vida hay posibilidad de intimidad y también de encuentro vecinal; en los nuevos centros de mayores hay sistemas de apoyo… pero también de estímulo, hay relación con el exterior, con la naturaleza y con la comunidad del barrio. En los soñados ambientes residenciales de mayores la señora del fondo quizá levanta una mirada alegre ante la visita conocida, la niña juega con la mujer que prepara los vahos – que por cierto bien podría ser una de las residentes – un joven toma la mano de la mujer adormilada mientras le lee una vez más su novela favorita. Y tras la inmensa puerta de acceso a la sala de estar, imagino un pasillo luminoso con plantas y estantes de libros, el que da acceso a habitaciones donde alguien ahoga un leve grito tras el pellizco de su amada.

Javier del Monte Diego