Etiquetado: seguridad

Eliminar las sujeciones: la apuesta decidida por la dignidad

«El uso de las sujeciones afecta a un derecho fundamental de las personas como la libertad, además de atentar contra valores como la dignidad y la propia autoestima personal(José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG)

Consenso sujeciones IMSERSOHoy se ha escrito el principio del final de las sujeciones (mecánicas o farmacológicas) de las personas mayores en los centros sociosanitarios. Se trata de un tema controvertido (¿seguridad frente a libertad?) desde hace tiempo en nuestro país. Sin embargo, algunos estudios demuestran que el uso de sujeciones no solo no resuelven problemas sino que aumentan su gravedad. Hoy al fin se han expresado las claves para la prevención y prescripción de su uso en un documento consensuado cuyo objetivo final es la eliminación paulatina de esos sistemas, de los que se constata un tremendo abuso.

Esta misma mañana se presentaba el documento, en la sede de IMSERSO. Ha sido elaborado por un comité interdisciplinar de Sujeciones de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, formado por una veintena de geriatras, médicos, psicólogos, juristas, representantes de grupos, entidades y movimientos antisujeciones: Programa Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer (CEOMA), la norma Libera Ger (Fundación Cuidados Dignos) y «Sujeciones Zero» (Fundación Maria Wolff).

Documento de consensoEl documento de consenso sobre Sujeciones Mecánicas y Farmacológicas es de enorme trascendencia. Se admite en él que las sujecciones «conllevan  a una privación de la libertad de movimientos de la persona, y por tanto, afectan al derecho fundamental reconocido en el artículo 17 de la Costitución Española». Lo mismo ocurre con las sujeciones químicas (aquellos fármacos que para tratar síntomas conductuales o psicológicos terminan afectando a las actividades de la vida cotidiana)

La estrategia que se plantea es la de procurar un cambio con el tiempo necesario para interiorizarse y asimilarse; se reivindica un marco normativo acorde; se requiere la información y formación de usuarios, familiares y profesionales sobre los riesgos y beneficios de sujeción y no-sujeción; finalmente, se insta a la «actitud positiva y proactiva hacia el cambio», se reclaman «profesionales valientes, comprometidos» y un apoyo por parte de todos los que formamos parte de la sociedad, «corresponsables» porque «en realidad se trata de los riesgos del vivir en libertad y dignidad».

El documento de consenso aquí: Documento_de_Consenso_sobre_Sujeciones

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POSTSUBURBIA: o cómo mejorar nuestros suburbios residenciales

Adosados«Estos territorios han sido planeados sin tener en cuenta la complejidad de la vida cotidiana, por lo que surgen serias dificultades para realizar las tareas de cada día. No se trata solamente de un modelo insostenible en términos medioambientales y energéticos sino también para las personas, en sus tiempos y el derecho a desarrollar sus propias vidas».

postsuburbiaCon estos términos tan duros se expresan los autores de un fabuloso librito, «POSTSUBURBIA«, que pretende analizar y proponer mejoras sobre un cierto tipo de ciudad, ese que puebla nuestros extrarradios, que ellos llaman «urbanizaciones residenciales monofuncionales de baja densidad», o dicho en términos que todos comprendamos, las urbanizaciones de viviendas unifamiliares que no albergan ningún otro uso.

Este modelo urbano es una desfiguración de las «ciudades jardín» del XIX: ¡Qué gran diferencia entre aquella primera ciudad jardín de Lechtworth, en forma de cooperativa conformada por 32 apartamentos sin cocina, y nuestras hileras de adosados entre calles desiertas! Copiamos características formales  (vivienda unifamiliar repetida) y olvidamos lo esencial: «urbe entendida como espacio de política y de la sociedad, habitada por personas distintas…»

En los primeros capítulos del libro se recuerda cómo el modelo de suburbio norteamericano fue adoptado para las familias de clase media como respuesta a un crecimiento muy rápido de las ciudades, y respondía además un determinado modo de vida en el que la mujer desempeña un papel fundamental (o casi exclusivo) dentro del hogar: la «feliz ama de casa», la «mamá-taxi» que «debe realizar el transporte familiar en detrimento de su propio tiempo y trabajo».

La crítica a este modelo comenzó hace ya medio siglo. Sin embargo hemos seguido adoptando, «como negocio inmobiliario y de consumo» (no como modelo ideal de organización territorial y urbana), estas estructuras suburbiales en muchos casos faltas de vida. Salvo admirables excepciones, hoy suponen, y por ello lo traemos aquí a colación, lugares para la exclusión social, barrios cuya concepción y diseño hacen que las personas mayores (y  muchas otras) tengan muy dificil relacionarse. ¿Qué ocurre por ejemplo cuando una persona pierde la capacidad de conducir?… Hoy muchas de esas casas familiares son habitadas por una persona o pareja de personas mayores cuya tarea principal del día es alejarse de su casa para acudir a la más pequeña «vivienda familiar» de los hijos  (situada hoy en el centro de la ciudad) para recoger  y cuidar a sus nietos… ¡Qué contrasentido!

Los suburbios creados para las personas se convirtieron poco a poco en territorios para los coches, y ahora queremos volver a los orígenes. De nuevo aspiramos a vivir cerca de nuestro trabajo, tener actividades urbanas de cultura, educación, ocio… No queremos desperdiciar nuestro tiempo. Volvemos a comprar el pan a diario en panaderías y no en el hipermercado. ¡Queremos vivir en nuestra casa hasta el final! nos dicen muchas personas a menudo, pero los entornos en los que se asientan esas casas muchas veces nos aislan, no invitan al paseo ni a quedarse a charlar con el vecino en la calle…

La zonificación de la ciudad planteada por la Carta de Atenas de 1942 partía de un planteamiento reduccionista de las necesidades de la sociedad dentro de la ciudad: «habitar, circular, trabajar y recrearse». En los 80, sin embargo, Manfred Max-Neef define nueve necesidades para el desarrollo humano, «las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos»: «la subsistencia, la protección, el afecto, el entendimiento, la participación, el ocio, la creación, la identidad y la libertad». Los autores de Postsuburbia beben de estas fuentes, miran hacia la vida cotidiana y plantean en una segunda parte del libro una metodología para el análisis de estas áreas residenciales, basada por cierto (como no puede ser de otra manera) en la participación social de los propios implicados.

Ejemplo Postsuburbia

Finalmente el grueso del libro plantea cinco líneas estratégicas con decenas de actuaciones para lograr los siguientes objetivos:

1.- Fortalecer las áreas de proximidad: conectando la urbanización con su entorno, mejorando la red cotidiana, potenciando recorridos útiles y accesibles…
2.- Favorecer la mezcla física y social: aumentando la densidad, permitiendo otros usos más allá del residencial, reactivando la vida urbana…
3.- Garantizar la vida con autonomía: priorizando la movilidad peatonal, adecuando el transporte público y otros medios, mejorando la percepción de seguridad…
4.- Fortalecer el sentido de pertenencia y comunidad: mejorando la calidad del paisaje, fomentando ámbitos de participación y organización comunitaria, identificando y recuperando las características culturales del lugar…
5.- Promover un equilibrio medioambiental y una vida sana: preservando y promoviendo la biodiversidad autóctona, reduciendo el impacto energético y físico generado, promoviendo vida sana…

Volveremos a comentar sobre las actuaciones propuestas, merece la pena profundizar en ellas. Muchas implican a las administraciones, otras a organizaciones sociales, otras pueden partir de los propios vecinos a título individual. El manual establece prioridades y niveles de dificultad. En todo caso existen métodos, herramientas e intereses diversos como para que con voluntad de mejorar la ciudad sean posibles los acuerdos para simplemente hacerlo. No se trata de un compendio de ideas utópicas. Establecer redes de apoyo a personas que viven solas, promover el intercambio de viviendas, crear viviendas dotacionales y promover viviendas cooperativas y cohousing (como los jubilares), compartir espacios entre distintos equipamientos, favorecer la cesión pública de espacio privado, adaptar plantas bajas para actividad comercial, ceder temporalmente suelo para equipamientos o usos comunitarios… son solo alguna de las más de 160 actuaciones que se proponen en el libro. Nuestra asociación participa en el esfuerzo por transformar la realidad física y social con el objetivo de «mejorar la autonomía, la seguridad y la igualdad de oportunidades», y se postula como un agente más que favorezca o posibilite esas actuaciones. Enhorabuena al equipo de Postsuburbia por el trabajo.

¿Envejecimiento activo?

Que no nos vendan la moto. Hoy algunos llaman «envejecimiento activo» a cualquier cosa. Tampoco el ejercicio físico, respirando el aire puro del parque, trabajando ejercicios mentales, ni siquiera con la risa lo lograremos…

en soledad no hay envejecimiento activo (seguridad, participación y salud)

Abierto por vacaciones

Viñeta de ForgesAunque estos días no publicaremos artículos, la asociación Jubilares sigue durante el mes de agosto a vuestra disposición. Podéis visitar la web http://www.jubilares.es, la página de facebook http://www.facebook.com/jubilares, podéis llamarnos (91 308 70 38), visitarnos (C/ Zurbano 58 1ºC, Madrid) o escribirnos (info@jubilares.es).

Desde este medio, nuestro/vuestro blog, os deseamos para este periodo estival mucha participación, seguridad y salud. Nos vemos en septiembre.