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Senior cohousing: la «inteligencia colectiva»
Cada vez somos más…
Sábado, 19 de octubre en Torremocha del Jarama. Allí, nuevamente la cooperativa Trabensol abrió generosamente sus puertas y dedicó todo un día a lo que mejor saben hacer: compartir. El «encuentro informativo» que habían organizado no se limitó a una exposición del complejo, su historia, sus sonrisas… (que también lo fue), sino que además quería ser intercambio de experiencias. Allí pudimos convivir con ellos durante unas horas y conocer a muchas otras personas y organizaciones comprometidos con esos «proyectos elegidos por uno mismo», lugares donde vivir de forma autónoma y rodeados por otros: «senior cohousing», como los llaman en otras partes del mundo. «Vivienda colaborativa, o cooperativa». A nosotros nos gusta denominarlos «jubilares» (= hogar del júbilo)…
Los socios de Trabensol narraron su camino, desde su gestación hace 13 años hasta la entrega de llaves, hace unos meses. Partían de un análisis de la realidad que les mostró que «queríamos quedarnos en casa, pero nuestra casa no nos valía»; y al tiempo, «no queríamos que nuestras hijAs tuvieran que cuidarnos». Los principios éticos que sustentaron desde siempre su proyecto fueron la colaboración y la solidaridad, pero son fundamento de la iniciativa también la autogestión y la autonomía («es tu casa», no hay tutelas…), la compañía (frente a la soledad) y la amistad, el envejecimiento activo, la cooperación y el respeto mutuo. El compromiso para el futuro es lograr que exista una continuidad, por ello la figura más adecuada es la cooperativa de cesión de uso. El sábado explicaron las dificultades que encontraron a lo largo del camino y afirmaron la necesidad de asesoramientos especializados, eso sí, para que el experto «haga lo que tú quieres, no lo que él quiera».
A los amigos de Trabensol se sumaron Aurora Moreno de Santa Clara (Málaga), cooperativa «Los Milagros«, en funcionamiento desde hace diez años. Ambas experiencias fueron presentadas con la alegría del que tiene algo precioso que compartir. Las dificultades se salvan siempre con la fuerza del grupo, alentada por la convivencia previa, la unión ante los pequeños o grandes obstáculos que fueron encontrando. Antonio resumía la clave de su éxito, la «inteligencia colectiva« de esta forma: «la cohesión se basa en la confianza y la confianza se consigue con total transparencia y firmeza ética en el procedimiento colegiado».
El encuentro del sábado aglutinó a profesionales, investigadores, organizaciones y grupos interesados. Fue recurrente la llamada a la unión de todos para hacer fuerza ante las adminstraciones (hay que reconocer el cohousing como equipamiento de «bienestar social» al tiempo que se trata de «vivienda»). Entre todos trataremos de buscar el apoyo por parte de la Administración. Como bien recordaba Aurora, «no venimos a pedir, venimos a dar».
Es ilusionante ver cuántos ya se están lanzando a esta aventura. Allí había representantes de cientos de personas implicadas ya hoy directamente en la creación de comunidades como la de Trabensol. Fue bonito volver a coincidir con algunos y también conocer a otras personas de todas partes de España. Algunas ya han creado cooperativa (Housekide, en San Sebastián; Entrepatios, de Madrid; «Betania», de Madrid para vivir en Ávila; «Brisa del Cantábrico» en Cantabria; Egunsentia de Bilbao, otro grupo en Barcelona…). Algunos se encuentran en sus inicios, intentando «convencer a los amigos», o «de momento con tan solo un gran chute de ilusión»… Varios de éstos venían de Madrid y Barcelona, pero también de Alicante, Murcia, Guadalajara, Canarias… Algunos pretenden quedarse en su lugar de origen, otros vivir en lugares que les resultan más apetecibles.
«Queremos que el proyecto», decía Juana, «trascienda nuestras vidas». Muchos creemos que detrás de la iniciativa personal (o «grupal») que solucione una etapa de la vida, existe, como ella misma decía, «un compromiso social». Trabensol así lo entiende, por ello se sale de sus paredes al pueblo, y de Torremocha a toda España. En el reciente reportaje del programa Crónicas, en La2 de TVE abren sus puertas a todos. Comparten reportaje con otro de los modelos de cohousing de reciente creación en nuestro país, Profuturo. Ahí está el enlace donde podéis conocer a estas maravillosas personas:
Ejemplo de autonomía e iniciativa
Reproducimos a continuación el texto publicado en la edición de hoy del diario «El PAÍS» en la sección «CARTAS AL DIRECTOR»
http://elpais.com/elpais/2013/07/10/opinion/1373474504_024060.html
Tras tener la suerte de asistir a la ilusionante inauguración de Trabensol, donde un grupo de jubilados han formado su propia comunidad de mayores en Torremocha del Jarama, queremos destacar dos cuestiones que esta admirable iniciativa nos revela.
En primer lugar la defensa de la autonomía personal en la tercera edad, entendida como la capacidad para decidir sobre las cuestiones que afectan a nuestra propia vida. La autonomía personal, reconocida como derecho para todos los ciudadanos en la Ley de Dependencia, no está suficientemente protegida en los modelos residenciales para mayores existentes en nuestro país hasta la fecha, por lo que no es extraño que surjan iniciativas que la prioricen.
En segundo lugar estamos ante una iniciativa puramente ciudadana que coloca a las Administraciones públicas ante un nuevo desafío que requiere por su parte una respuesta madura: dejar hacer a estas iniciativas, incluso apoyarlas, pero sin caer en la tentación de tutelarlas o controlarlas. Es simplemente un grupo de personas que quieren seguir siendo dueños de sus vidas, como han sido siempre, que abordan la vejez como una etapa más para ser vivida y disfrutada en plenitud, y que han encontrado en el llamado senior cohousing el mejor instrumento para conseguirlo.
— Miguel Ángel Mira Illana. Presidente de la Asociación Jubilares.
Trabensol nos abrió sus puertas
El Centro Social de Convivencia para Mayores se inauguró hoy sábado 29 de junio de 2013 tras trece años de esfuerzo colectivo.
«Los problemas se solucionan mejor cooperando que compitiendo» nos recordaba hace poco Antonio Zugasti quien durante más de 10 años ha sido el Presidente del Consejo rector de la Cooperativa, que se creó en abril de 2002, tras dos años de madurar la idea de crear un lugar donde envejecer bien, en casa.
Esta filosofía colaborativa la han puesto en prácica antes estas mismas personas. Ya nos dijo Jaime Moreno «vivimos de proyectos, no de recuerdos», y vaya si es así. A principios de los setenta él y otros vecinos de Moratalaz crearon una cooperativa para poder contar con un centro escolar en el barrio. El colegio Siglo XXI cumplió en abril de este año su cuarenta aniversario.
Como he comentado en otras ocasiones, la fuerza que este colectivo irradia nos convenció en 2011 de que hacer mejores residencias para personas mayores no era un reto arquitectónico sino social y colaborativo. «Primero se construye la comunidad y luego el edificio».
Desde Jubilares damos nuestra más cordial enhorabuena a este grupo de amigos que nos han enseñado dónde se puede llegar con tesón y colaboración. Compartimos su deseo de que este Centro Social de Convivencia permanezca, siempre, lleno de vida.
Atrevámonos a soñar… como Juan Luis
Lo primero, agradecer el interés que despertó nuestra primera aparición en tve2. Ya que mucha gente nos llama y nos pregunta, hemos de aclarar que ni Jubilares ni MMN Arquitectos ha intervenido en la iniciativa Trabensol. Como ya comentamos en nuestra entrada de 01.06.2012, la gente de Trabensol y su espíritu fue una inspiración para nosotros cuando les conocimos en 2011.
Creemos que Juan Luis de Olives, Cooperativista de Trabensol, en el debate del 9 de enero en tve2, fue la viva imagen de lo que hemos querido otras veces explicar con palabras; Juan Luis irradia felicidad y nos cautiva en la pantalla, además de explicarse con claridad y contenido.
La sonrisa de Juan Luis, su simpatía y saber estar en el programa contestaban por si solas la pregunta que le hizo Marta, la presentadora: «¿cómo convencería a la gente para que emprendiera una iniciativa similar?»: Podría haber dicho:«No sé; no tienen más que ver lo contento que estoy».
La respuesta de Juan Luis fue aun mejor, y mostraba su ya larga experiencia: «la gente se convence en seguida; el problema es “el último empujón”, ese impulso que sólo se halla preguntándose qué quiero hacer en esa etapa»
Podemos constatar que en este momento ese es el escenario: Jubilares entusiasma a quien lo conoce pero está costando mucho trabajo «el último empujón», dar el último paso.
Este vídeo de Inknowation que nos ha dado a conocer Coaching de Mayores nos trata de explicar que el cambio no es pérdida sino suma y desarrollo. Nos dibuja, literalmente, los miedos, su origen y su solución.
El proyecto vital es una responsabilidad ética personal que no podemos dejar en manos de otros. Si no NOS ATREVEMOS A SOÑAR, especialmente los mayores, con nuevos objetivos, podemos quedar atrapados en una vida no deseada.
Sin embargo ampliando nuestra experiencia, “saltando” a la “zona mágica” donde están los grandes retos, en vez de temores encontraremos seguridad en nosotros mismos, confianza en nuestros compañeros y tal vez un sentido más trascedente a nuestra vida.
Esto explicaría esa sonrisa de Juan Luis, que parece decirnos: «no sólo soy feliz donde estoy ahora, sino que además lo que hemos logrado me dice que con cada paso hacia adelante, que desconozco y que me espera, sólo va a aumentar mi dicha»