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¿Por qué participo con 70 años en un proceso de construcción de un proyecto de vivienda colaborativa?
Jorge Miguel Morgenthaler Guggisberg*

Un espectro recorre el mundo: el espectro de las protestas multitudinarias: Hong Kong, Tailandia, Egipto, Chile, Yemen, Túnez, Sudáfrica, Bielorrusia, Ucrania, Estados Unidos, Francia, Contra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias del mundo entero, Trump y Putin, Nicolás Ma(s)duro y Jair Bolsonaro, los poderes fácticos de la banca e industrias/compañías transnacionales. No hay uno solo de esos movimientos a quien los adversarios gobernantes no motejen de extremistas, subversivos.
¿Qué tienen en común todos estos movimientos?
Quieren construir otro mundo más solidario. Quieren ser más respetuosos con la naturaleza y son conscientes del lugar humilde que los seres humanos tienen en el ecosistema de la Tierra y el cosmos. Quieren un mundo más equitativo y más sencillo. Quieren retomar la vida en comunidades pequeñas donde el trueque, el comercio local y el apoyo mutuo de nuevo se coloquen en el centro de la vida humana. Quieren ser auténticas comunidades entre iguales. Quieren crear acceso a una vivienda digna fuera del circuito de la especulación donde la propiedad es una “vaca sagrada” que no se puede tocar.
“Esto es imposible”, nos dicen. Y nosotras/os contestamos: “Es necesario porque los recursos se están acabando. ¿Qué pasará con las personas que vienen después de nosotras?”
Uno de estos miles de movimientos son las comunidades intencionales. Son grupos de personas que deciden compartir algunos aspectos de la vida diaria con un propósito común. Y una forma de esas comunidades intencionales es la de las viviendas colaborativas. En España hay más de 200 proyectos en marcha, algunos de ellos ya son realidades. ¿De qué se trata? Solo voy a hablar desde mi óptica reducida, pero hay miles de referencias en internet, libros y congresos donde te puedes informar.
Yo me llamo Jorge, tengo 70 años y desde hace 6 años me acompaña la enfermedad de Parkinson. Me considero un activista mayor. Hace dos años empecé a reunirme con otras personas que nos interesábamos por las viviendas colaborativas. Al principio era como un coqueteo, un sí quiero, pero ¿con personas desconocidas? Sin embargo la idea me atraía como un imán. Era poner en práctica ideas que llevaba años deseando realizar.
Hoy, dos años más tarde, solo sé que me faltan muchos conocimientos, muchas habilidades, innumerables cualidades que son imprescindibles. Y me veo obligado a aprender todo el tiempo, a compartir y materializar ideas, plasmarlas y llevarlas a la práctica… pero parece que nunca se acaba y que no avanzo.
Sin embargo, tengo compañeras y compañeros de viaje que nos hemos encontrado trabajando en esa idea de compartir el resto de nuestras vidas en cualquier sitio que sea apto para una vida en común: campo, pueblo o ciudad. Porque para nosotras/os el grupo es más importante que el lugar, el cómo y el qué. He encontrado a gente maravillosa que ya lleva años viviendo en comunidades, practicando la sostenibilidad, la economía alternativa, el cocuidado entre vecinas y vecinos. Sin grandes alardes y aspavientos están construyendo un mundo nuevo (¿viejo?) en silencio. Simplemente lo están haciendo. ¡Qué increíble!

Estamos inmersos en un proceso de aprendizaje alucinante y continuo donde todos los días se abren puertas nuevas y nunca paramos de querer avanzar. Estamos aprendiendo que el resultado no es tan importante. Lo importante es el proceso, el viaje al centro de la comunidad humana y también el viaje al centro de cada uno, mi centro, mi interior, donde reconozco mis defectos y descubro virtudes que no sabía que tenía. Estamos aprendiendo sobre sociocracia, sobre construcciones bioclimáticas, reciclaje de aguas grises, baños secos, sobre permacultura, economía solidaria, energía alternativa, sobre el cuidado mutuo… ¡Tantas y tantas cosas!!!! Soñamos con la posibilidad de crear un acceso a una vivienda digna sin que tengamos que comprar o alquilar un espacio, sino donde simplemente somos usuarios el tiempo que lo necesitemos.
Sentados alrededor y en el fuego de nuestra pasión descubrimos nuestro latir común, esas ondas electromagnéticas que nos hacen vibrar en otra dimensión, en ese algo que llamamos “nosotras/os”.

Mi pequeño yo se ve transportado a un mundo rico en matices donde cada uno de los viajeros y viajeras aporta su grano de arena y el conjunto es más que la suma de los individuos. Y, cómo no, también chocamos, nos rozamos, nos confrontamos con nuestros egos, nuestras creencias limitadas sobre nosotros mismos, nuestras capacidades y potenciales. Mi dolor y el de la otra persona es una llamada a la evolución, a ir más allá en los conflictos, transcender a un lugar común, encontrarnos a pesar de las diferencias.

Hoy empiezo a vislumbrar que de los conflictos no tengo que huir más, que los conflictos son una oportunidad única para verme, conocerme y crecer. En nuestro proceso intentamos entender, comprender y asimilar las opiniones y maneras de las demás personas que están en el camino con nosotros y nosotras.
En el transcurso de este proceso de confrontación solo hay una salida: la transformación que se produce cuando muero a mis aspiraciones y deseos egocéntricos y aparece algo grande y valioso: el nosotras/os.

Las viviendas colaborativas son un canto a la diversidad, un canto a la naturaleza, un canto a la solidaridad. Son una esperanza para los que vienen después al intentar crear un modelo sostenible que conserve los recursos naturales para las futuras generaciones. Sabemos que es solo un pequeño grano de arena dentro de un mundo que anhela la transformación del ser humano para así tener una oportunidad de seguir viajando con nuestro maravilloso ”hogar Gaia” a través del cosmos. Porque son muchos los seres (animales y plantas) que anhelan crecer y evolucionar con nosotras y nosotros. Hola, tengo 70 años, tengo Parkinson y soy un activista mayor. No sé si llegaré a vivir en la vivienda colaborativa. Pero tengo una gran esperanza y certeza: lo estamos intentando con todas nuestras fuerzas. Y eso me llena de alegría y orgullo. Me he preparado toda mi vida para este viaje. Y sé que el viaje es la meta.
Las Palmas de Gran Canaria, octubre de 2020
* Jorge Miguel Morgenthaler Guggisberg es miembro de la asociación Semilla del Norte, socia de Jubilares.
20 razones para apostar por el Cohousing
Si no pudiste asistir a la jornada «Cohousing: Autonomía y Participación en la creación de alternativas residenciales», merece la pena ver el vídeo con la grabación íntegra de la misma, que aquí dejamos. Cada intervención dura menos de 30 minutos, salvo la de Charles Durrett, que tuvo la oportunidad de explicar durante algo más de tiempo su vasta experiencia de investigación del modelo en Europa, de creación de comunidades de Cohousing en EEUU (más de 50), y también su propia y rica experiencia de vida en ellos. Además de las personas expertas en Cohousing y Atención Integral y Centrada en la Persona de la mesa, durante el debate final intervinieron otras más de veinte personas que aportaron nuevos y diversos puntos de vista. No hay desperdicio. Como adelanto, dejamos 20 sencillas ideas expresadas a lo largo de esta intensa mañana:
- El Cohousing son 6 características imprescindibles: iniciativa y diseño propio, intencional para la vida comunitaria; zonas comunes amplias y según modelo hogar; autogestión; sin jerarquía; con economía y vida privada (Miguel Ángel Mira)
- Cohousing es co-cuidado: «Las comunidades de cohousing son lugares para el soporte mutuo«. «Margaret no se siente bien. Voy a llevarle una sopa de pollo» (Charles Durrett)
- Cohousing es oportunidad e ilusión: «Quiero que los próximos 50 años sean más divertidos que los 50 primeros» (Charles Durrett)
- El Cohousing no solo ahorra energía (Durrett mostró incluso su factura de la luz), sino sobre todo «impresiona por la energía que crea«
- Envejecimiento activo y ejercicio efectivo de los derechos. El Cohousing viene a lograr al fin el necesario equilibrio entre libertad/dignidad (participación) y seguridad/salud. (Pilar Rodríguez)
- El Cohousing aporta verdadera autonomía: «Nosotros somos los autores de nuestra propia vida» (residente de Trabensol)
- También equilibra comunidad y privacidad: «Tanta privacidad como quieras, tanta comunidad como quieras» (Charles Durrett)
- Cohousing es proyecto de futuro. «Autogestiona tu futuro» (Aurora Moreno, Residencial Santa Clara). Y es que «vivimos de proyectos, no de recuerdos» (Jaime Moreno, Trabensol)
- Cohousing sí es tu vivienda, tu hogar. A diferencia de otros modelos residenciales, como Profuturo que «no es una alternativa a la vivienda, ésta es irreemplazable» (Felipe Martín, Profuturo)
- El Cohousing transmite un legado. «Puedo dejar algo, una mejora para la sociedad…» (Miguel Ángel Mira, Jubilares)
- Algo más que amistad. Espíritu juvenil. Compartimos valores éticos (Tony Pons, de Córdoba)
- Cohousing puede ser continuidad de cuidados, y diversidad. Viviendas para toda la vida. Y más, «viviendas para todas las vidas» (madre de persona con autismo)
- El cohousing permite el desarrollo de capacidades, diseñar actividades desde las necesidades personales, conductas autónomas a partir de vivencias sentidas (Gonzalo Berzosa, Escuela de Familia y Discapacidad de Fundación Mapfre).
- «Todos alegres» (Alicia, Trabensol)
- Cohousing es sostenibilidad. «Ahorraría hasta el 70% del gasto de los estados» (Charles Durrett)
- El Cohousing tiene método. «La participación requiere método» (Javier del Monte, Jubilares). Aquí la clave está en la construcción del grupo (Cristina, trabajadora en la ONCE). Y ahora, gracias a las más de 90 personas que de una forma u otra han hecho posible su edición, tenemos traducido al español «El Manual del Senior Cohousing», del mismo Charles Durrett.
- Gonzalo Berzosa finalmente marcó tres poderosas razones para el Cohousing: identidad, vínculos, proyectos. «¿Por qué entonces no nos apuntamos a ello?»
La pregunta queda abierta. En Jubilares estamos convencidos de que la clave es el actual desconocimiento del modelo. Por eso es tan importante su difusión. En todo caso al final del debate de la jornada se dieron muchas más razones. Te animamos a escribir las tuyas (o cualquier comentario) al final de este post. Muchas gracias.
Puedes ver las intervenciones a partir del minuto en que aparecen, pinchando en cada uno de los enlaces de abajo:
Miguel Ángel Valero Duboi, Director del CEAPAT.
- Miguel Ángel Mira Illana, Presidente de Jubilares.
- Charles Durrett, Arquitecto Cohousing Co.
- Jaime Moreno Monjas, residente de Trabensol.
- Felipe Martín Moreno, Presidente de Profuturo.
- Pilar Rodríguez Rodríguez, Presidenta de Fundación Pilares para la Autonomía Personal.
- Gonzalo Berzosa Zaballos, Director de la Escuela de Familias y Discapacidad de Fundación Mapfre.
- Debate con todas las anteriores
Gracias a IMSERSO, CEAPAT, las más de 170 personas que estuvimos juntas en la sala, las más de 90 que han ayudado a hacer posible «El Manual del Senior Cohousing», a las decenas que vieron el debate en streaming… Poco a poco entre todos vamos dando a conocer y faciltando la creación de este tipo de comunidades en las que vivir como realmente deseamos, junto a nuestras amigas y amigos, compartiendo vida(s).
Jubilar en Asturias: nace el colectivo ciudadano Collacios d’Asturies
Para proponer alternativas que fomenten la jubilación activa
El colectivo Collacios d’Asturies (Amigos de Asturias) nace con el fin de analizar y proponer alternativas innovadoras que fomenten una jubilación activa, aplicando modelos y experiencias ya contrastadas en el resto de Europa y en EEUU. La presentación en Oviedo de hace unas semanas contó con un debate sobre la situación actual de la jubilación en España y en Asturias, en el que participaron todas las organizaciones políticas con representación parlamentaria. Posteriormente pasó a exponerse experiencias de jubilación activa, con éxito contrastado en diferentes marcos económicos, sociales y geográficos.
Jubilar + Agrocentro
El grupo Collacios d’Asturies comenzó hace tiempo a «buscar alternativas» para según sus propias palabras, «envejecer bien, con dignidad». Está conformado por personas que «piensan en colaboración, en COMUNIDAD, en vecinos que juegan un papel relevante», amigos… He aquí una declaración de intenciones, la que escribieron ellos mismos:
Somos un grupo de amigos que hemos sobrepasado, con abundancia, el medio siglo y que queremos y sentimos que hay que preparar de una manera distinta ese periodo de vida al que accederemos tras el cese de nuestra actividad profesional y que coincidimos en llamar jubilación. Somos unos convencidos de que la jubilación no es un cese de actividad sino un cambio de la misma; por eso proponemos la creación de una comunidad al estilo de lo que propone la Asociación Jubilares, y en nuestro caso, vinculada al AGRO basada en la sociología agraria y del territorio.
Proponemos la creación de un área residencial formada por una cooperativa en cesión de uso y formada por unas treinta viviendas tipo bungalows, que se diseñarán para responder a las necesidades presentes y futuras del colectivo, donde habrá unas edificaciones compartidas en las que se ubicará el comedor con su cocina, lavandería, sala de estar, de juegos, gimnasio, piscina… Las características básicas de las edificaciones a realizar irán en consonancia con las peculiaridades del terreno y responderán a la filosofía básica que inspira el proyecto, por lo que se intentará conseguir el mínimo impacto visual, la mayor eficiencia energética, la menor huella ecológica y la máxima integración en el paisaje.
El desarrollo paralelo de un proyecto agrario en ecológico y en cooperativa basado en el agroturismo (recuperación de palacio del XVII como hotel rural) con una puesta en producción de terrenos con cultivos adaptados y/o adaptables al clima asturiano, mostrando con ello las posibilidades del campo asturiano tan poco valorado, será la clave que oriente, de sentido y fundamento a la comunidad que se generará, siendo un apoyo magnífico, una actividad interesantísima para un grupo de personas mayores, pues es envejecimiento activo de calidad: ejercicio físico sano, e intelectual -investigación y enseñanza-, sensación de dejar un legado a las generaciones futuras, compromiso social y ciudadano con las personas y el medio ambiente…, siendo la «actividad caracterizadora» que sustenta la relación con «el mundo exterior» favoreciendo, con ello, su integración social.
Otro de los objetivos a los que se puede aspirar es dar a conocer modos de vida sostenibles, promover una capacidad local de respuesta ante los problemas y desafíos futuros, la idea de que podemos ser autosuficientes apostando claramente por la soberanía alimentaria a través del cultivo y producción a escala local de alimentos así como el reciclaje a todos los niveles. Además, a largo plazo, también se puede pretender ser independiente energéticamente gracias a las energías renovables.
Las conclusiones de la jornada del día 12 de marzo han resaltado que los modelos de jubilación activa crean un marco que aporta felicidad y plena integración en el contexto social para este amplio colectivo de mayores. Además, en tiempos de crisis, son importantes actividades generadoras de nuevos empleos y logran fijar población en el medio rural.
Collacios d´Asturies (Amigos de Asturias) ha encontrado ese objetivo común, la «actividad caracterizadora», lo que ellos llamarían «Agrojubilar«, un concepto global que les mueve para construir esa «comunidad que intenta tender a la autosuficiencia y que pretende trascender como algo más que un buen senior cohousing«. Para más información, entrevistas o cualquier aclaración sobre este proyecto, pueden dirigirse a la página www.areok.es o escribirnos a info@jubilares.es con el asunto «JUBILAR EN ASTURIAS».
NOTA: Aprovechamos para animaros a que os dirijáis a la asociación Jubilares si tenéis interés en incorporaros, además de éste de ASTURIAS, a los grupos con los que ya estamos trabajando en las provincias de MADRID, EXTREMADURA, BARCELONA – GIRONA, LAS PALMAS… o para comenzar a iniciar uno el cualquier otro lugar. Intentaremos ayudar a la formación de grupo y facilitar, en la medida que deseéis, vuestra propia comunidad autogestionada.
Una banca para y por las personas
«Economía» significa etimológicamente «administración del hogar». En los tiempos actuales, por ejemplo, Samuelson y Nordhaus la definen como «el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos». Y nuestro Diccionario de la Real Academia la define como «la administración eficaz y razonable de los bienes». Las definiciones cuentan con conceptos como «sociedad», «individuos», «hogar», «bienes»… No así se habla de dinero, que no es más que una de las herramientas empleadas para cuantificar esos recursos, bienes o mercancías.
Conciencia y transparencia
¿Qué hace la banca? Capta recursos en forma de depósitos y presta dinero y servicios financieros. Así, el «mercado financiero» es aquel lugar en que deberían encontrarse (como en cualquier mercado) el que puede ofrecer (ahorros en forma de dinero) y el que necesita (dinero para producir algo de valor). Sin embargo este intermediario se fue haciendo más opaco y hace décadas que algunos comenzaron a pensar que aquellos agentes principales (el que deposita y el que pide crédito) de hecho no se estaban encontrando. Por otra parte pensaron que tampoco tenían el control sobre sus ahorros: el ahorro de alguien comprometido con la paz podía estar financiando compra de armas. Eso dio lugar a un concepto de «banca social» o «banca ética», que primeramente vetaba la financiación de ciertos productos (armas, prostitución, tala de árboles…) pero que finalmente fue llegando, en sentido positivo, al objetivo de lograr que los ahorros se emplearan en la financiación de productos «éticos» (medioambientales, culturales, sociales, comercio justo, etc.).
Así, por ejemplo, Triodos Bank surge en 1968 sobre los principios anteriormente enunciados: una conciencia ética sobre el uso del dinero, y transparencia en el proceso (todos conocen qué proyectos se están financiando). Se trataba de entender que el dinero es la herramienta que «ayuda a llevar a cabo una buena idea», y no «el origen de todos los males, la base de la desigualdad». El blog «Dinero y Conciencia«, de su subdirector general Joan Antoni Melé, pretende presentar esa dimensión ética del uso del dinero.
En España Triodos comenzó a operar en 2004. Cinco años más tarde, varias entidades que también pensaban que «la rentabilidad económica es compatible con la sostenibilidad o la responsabilidad social» crearon en 2009 la Alianza Global para una Banca con Valores, cofundada y presidida por Triodos Bank. Actualmente forman parte de ella 22 entidades de todo el mundo, bancos, cooperativas de crédito y entidades de microcréditos que comparten la visión del desarrollo sostenible a largo plazo.
Nosotros construimos la banca
Una de estas entidades es la Banca Popolare Etica Italiana, en cuyo seno se está integrando actualmente el Proyecto Fiare, que surgió en 2003 en Bilbao. Fiare no es solo ética («no con mi dinero») sino participación. Los socios (una persona, un voto, independientemente de lo que aporta) crean la banca. «Lo primero es construir una red densa de capital social», personas que la hacen suya. Las personas no compran, sino que construyen Fiare.
Las estructuras de participación son constantes a medida que la entidad crece. Esto supone un gran reto: en Italia los socios ya son, desde su fundación hace 14 años, unos 40.000. Se trata de mantener la cercanía (el antiguo director de sucursal que podía mirar a los ojos al que solicitaba crédito), y para ello se cuenta con un interesante mecanismo: la evaluación de los proyectos a financiar comienza desde el trabajo voluntario de las «comunidades de acción» territoriales, que valoran mucho más que la viabilidad: los retos éticos que se presentan específicamente en los territorios. El objetivo de transparencia se aborda mediante una clara información sobre el circuito del dinero, estableciendo una conexión directa entre ahorro y crédito. Así la acción se dirige a economía real, no especulativa. Sigue leyendo
Autocuidados mutuos
El mes pasado se hizo pública una encuesta a profesionales sanitarios sobre el valor de los autocuidados. Cerca del 95% consideraba que son medidas eficaces y reducen consultas innecesarias. Por ello, en la Semana del Autocuidado que el semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) celebró el pasado mes se presentó información útil (nociones básicas, consejos, páginas web, cuándo acudir al medico de familia…) sobre patologías en la consulta en las que el autocuidado puede jugar un papel clave. Asimismo se contó a la población qué no debe faltar en un Botiquín, se presentó un vídeo explicativo así como un Decálogo del autocuidado. Diez puntos para vivir más, mejor y más feliz, con recomendaciones sobre alimentación, consumo de alcohol, actividad física, conducción responsable, uso racional del medicamento y actitud positiva ante la vida.
Acudir a fuentes fiables, como las comentadas arriba, o la Red Internacional del Autocuidado de la Salud, es clave para no caer en la desinformación que dan las miles de fuentes incluso contradictorias de internet.
En todo caso, como dice Nuria Sastre, de la Asociación para el Autocuidado de la Salud, «cada vez somos más conscientes de los beneficios que tiene el autocuidado responsable». En esta toma de conciencia, las administraciones saben que «hoy en día, desde la prevención, desde el tratamiento, desde la alimentación adecuada, con medicamentos y con productos de autocuidado, con alimentos, con información, con formación, con educación sanitaria, a través de las redes sociales, los ciudadanos podemos desarrollar un autocuidado que nos permitirá disfrutar individualmente de una vida saludable», pero también permitirá un sistema de salud más eficiente. Como se expresaba en el artículo de El Mundo del mes pasado, «Cuanto más autocuidado hay, más sostenible es el sistema».
Aplicado a los mayores, precisamente una de las conclusiones del encuentro de agosto de 2012 «Envejecimiento Activo: promover la autonomía a través del compromiso y la responsabilidad social» fue la de que el autocuidado es uno de los factores que condicionan la posibilidad de «envejecer bien» y sobre los que podemos intervenir.
Desde Jubilares queremos añadir un paso más a todo lo dicho: el valor del autocuidado se eleva cuando añadimos el cuidado del que está al lado. Así, podríamos hablar de un concepto interesante, los autocuidados mutuos. Los que tienen lugar en un entorno comunitario donde la autonomía personal es la clave. Los que aparecen en un piso compartido, en un cohousing, en una aldea, en un jubilar.
Así, la información, la formación, la alimentación, la vida saludable (buenos hábitos, deporte, actividades estimulantes, etc.)… son mayores si son compartidos. Se recibe el apoyo de la persona que vive junto a ti, que también quiere cuidarse y quiere que tú estés bien. Se trata de un nuevo concepto del cuidado mutuo, que debe formar parte de la educación de la sociedad y se basa en el respeto y la responsabilidad.
El entorno físico del jubilar propicia todo esto. El entorno social, por descontado, como ya hemos comentado. Además la asistencia externa es menor en etapas de no dependencia o dependencia baja. Finalmente, el gestor de casos, experto en asistencia integral y centrada en la persona, aconseja (ojo, no tutela) para una vida realmente saludable.
Los autocuidados mutuos son la clave para la sostenibilidad del sistema, sí, pero sobre todo para la mejora de la salud de una sociedad avanzada que cuenta con la responsabilidad de las personas que la componen.