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Asturias reconoce el Cohousing como Centro de Servicios Sociales
Las iniciativas de «senior cohousing» (viviendas colaborativas de personas mayores) tendrán derecho al sistema de servicios y prestaciones a la dependencia si contemplan un compromiso de cocuidado basado en el modelo de Atención Integral y Centrado en la Persona (AICP).
Una gran noticia que afianza el modelo de covivienda de mayores en España. Desde este mes de febrero de 2019 los denominados «Alojamientos Colaborativos» se conciben por parte de la Consejería de Bienestar, Servicios y Derechos Sociales del Gobierno del Principado de Asturias, como un tipo de equipamiento que tiene cabida en el sector de los servicios sociales, ya que no se consideran meras «viviendas» si incluyen entre sus objetivos «el apoyo ante situaciones de dificultad (cuidados personales entre otros) y la promoción de una vida social activa y colaborativa dentro y fuera de su comunidad».

Cooperativa Axuntase, Asturias
Un breve documento del servicio de inspección y acreditación de centros, aparentemente muy técnico, expresa de forma muy concreta y operativa por parte de la administración el apoyo al modelo que venimos proponiendo desde nuestra asociación Jubilares, el SENIOR COHOUSING + AICP. En sus tan solo 6 páginas plasma una definición abierta y flexible de iniciativas que denomina «alojamientos colaborativos», reflejando sus imprescindibles valores, características físicas (tanto en las unidades de uso privativo como en sus zonas comunes) y condiciones organizativo-funcionales.
Alojamientos Colaborativos, un modelo de innovación social
Creemos que este texto es de una enorme trascendencia puesto que por primera vez una administración autonómica hace un esfuerzo de definición de este modelo residencial y de convivencia como equipamiento acreditado y con derecho a recibir las ayudas que le corresponde como tal. Esta vez no leemos una declaración de intenciones, ni buenas palabras de apoyo al cohousing… En esta ocasión el texto tiene consecuencias de carácter práctico y jurídico, algo que muchos grupos o comunidades en formación, no solo en Asturias, esperaban con interés. Es por ello que animamos a las diferentes administraciones a tomarlo como referencia en adelante.
La motivación que Asturias expone para reconocimiento de las iniciativas de covivienda de mayores es doble: 1) porque promueven el envejecimiento activo, la vida colaborativa y la autonomía personal, pero también 2) porque se trata de entornos para los cuidados en situaciones de dificultad. Es en este sentido en el que valoramos asimismo el carácter innovador de esta acción técnica y política: más allá de la relación del modelo internacional «cohousing» con el bienestar y calidad de vida de las personas mayores, en España hemos apostado por dar un paso más: han de ser viviendas «para toda la vida», accesibles, adaptables a las necesidades cambiantes, donde las personas que autogestionan el centro se comprometen a proveer de una estrategia que permita permanecer incluso hasta cualquier nivel de dependencia. Para ello contamos con un modelo de cuidados, el de la Atención Integral y Centrada en la Persona: un modelo eminentemente flexible, que emplea de forma eficiente los recursos necesarios en cada momento (especialmente la comunidad de apoyo), y que se fundamenta (como el cohousing) en un absoluto protagonismo del proyecto de vida de cada persona.
Servicios sociales en la UE: de la atención institucional a la comunitaria
Estamos de enhorabuena. La Unión Europea se prepara para formalizar los Fondos Estructurales y de Inversión de los 7 años venideros (2014-2020). El marco propuesto para este nuevo periodo representa una oportunidad histórica para proteger los derechos de las personas más excluidas en Europa (las institucionalizadas). Por primera vez, las nuevas regulaciones para la inversión en políticas de cohesión de la UE, adoptadas el pasado diciembre por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo incluyen referencias específicas al apoyo de la “transición de cuidados institucionales a otros basados en la comunidad”. Esto facilitará una necesaria innovación real en el sector de los servicios sociales.
Los miembros de Inclusion International definen «institución» como el «lugar donde la gente que ha sido etiquetada con discapacidad intelectual es aislada, segregada y/o congregada. Una institución es un lugar donde la gente no tiene o no se le permite ejercer el control sobre sus vidas y las decisiones del día a día. Una institución no es definida meramente por su tamaño».
El fenómeno es más frecuente de lo que parece, y alcanza a muchos colectivos. En realidad es fácil de detectar, la persona «institucionalizada» termina por aceptar las normas que se le imponen sin cuestionarlas, olvidando sus preferencias personales o la mera intención de decidir algo por ella misma. La persona es forzada a daptarse a las normas de la institución, que a menudo sólo tienen motivos administrativos o de organización, cuando debería ser la institución la que, con mecanismos más flexibles, fuese capaz de adaptarse a cada persona, para poder proveerle de servicios y atenciones respetando su autonomía.
En 2009 se conformó el «Grupo de Expertos Europeos sobre la Transición de cuidados institucionales a cuidados basados en la comunidad» (GEE), una coalición que representa a personas con necesidades de cuidado o apoyos, proveedores de servicios, autoridades públicas y organizaciones intergubernamentales.
Desde entonces el grupo defiende la creación de fondos de la Unión Europea destinados a la reforma de los sistemas de cuidados y atención en los estados miembros, y una implicación más significativa por parte de las organizaciones de la sociedad civil. Ahora velará, a través de la guía de recomendaciones, por que se cumplan las regulaciones que claramente apoyan la transición de los cuidados basados en instituciones a los basados en la comunidad.
Desde Jubilares nos alegramos de esta noticia. Abre nuevas posibilidades de financiación mediante fondos europeos para iniciativas como la creación de jubilares («senior cohousing» con asistencia integral y centrada en la persona). En este sentido, seguiremos atentos para informar sobre el tipo de ayudas que puedan establecerse. Por otra parte, consideramos que la respuesta europea es la coherente a un cada vez más fuerte reclamo de autonomía, personal y colectiva, de la desinstitucionalización como reivindicación del protagonismo de la sociedad civil, del protagonismo de nuestra persona, en toda su dignidad, en nuestro día a día.
Hace ya seis años que nuestro país ratificó la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (de 13 de diciembre de 2006). En su artículo 19 habla del «Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad«.
Si las leemos despacio descubriremos que se trata de palabras de profundo significado. Ahora toca ser coherentes.